Vigilancia genómica y las vacunas polivalentes
Edición Impresa | 16 de Marzo de 2021 | 03:40

Mario Alberto Vestfrid *
La evolución de la pandemia depende más del país donde se vive por sus políticas sanitarias, económicas, sociales y educativas, que por los aspectos biológicos propios del coronavirus. Si bien estos virus como muchos otros para sobrevivir mutan, dan lugar a nuevas variantes más contagiosas.
La escasez en la elaboración y la distribución de las vacunas constituyen el eje central que debemos modificar para neutralizarlo y evitar su propagación.
Desde el 11 de marzo de 2020 el mundo se vio sumido en esta nueva enfermedad, que fue reconocida por la OMS como una entidad desconocida a la que se denominó COVID-19, afectando a la población seriamente.
El médico oncólogo Elmer Huerta, profesor de medicina de la Universidad George Washington, incorporó un concepto novedoso y fundamental al que denominó “vigilancia genómica”. Este criterio incluye las estrategias que deben implementar los diferentes países para enfrenar la aparición de nuevas variantes o linajes de la cepa, que convierten al agente patógeno en más resistente y contagioso, por lo cual Huerta considera que el trastorno se prolongará por años, aunque la pandemia sea dominada.
Como se aprecia es necesario incrementar la producción de las vacunas y que lleguen a todos los países. Además, será conveniente ir hacia a un esquema similar al que se implementó con la gripe que incluye las tres variedades predominantes del patógeno que causaron los mayores problemas en su oportunidad.
El uso de vacunas polivalentes que en el caso del COVID-19 deberá incluir las variantes resultantes de las mutaciones que adquieren mayor contagiosidad.
En conclusión, la solución para contener la pandemia deberá basarse en generar este tipo de vacunas modificadas que incluyan los linajes predominantes.
* Presidente de FUNDANYCC
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