Luciana Salazar, con lágrimas en los ojos, reveló cuál fue el quiebre de su relación con Martín Redrado

Luciana Salazar decidió brindar una entrevista este miércoles en donde en dónde reveló cuál fue el quiebre de su relación con Martín Redrado, con quien lleva años de idas y venidas.

“Fue decisión de él revincularse con la nena. Él puso a la nena en el medio, no yo. Cuando nos empezamos a ver a escondidas por el tema de Matilda, él me pidió tiempo para contárselo a su entorno y a su novia. Al principio lo entendí, nos encontrábamos a escondidas en su oficina y en su casa. Hasta que un día pasó una situación que yo dije ´hasta acá llegué´”, comenzó indicando en diálogo con Intrusos (América TV).

“Fuimos a la casa de él, él me dijo que estaba por venir su hija a buscar algo, ‘son 15 minutos y se va, ¿te querés quedar arriba?’, me dijo, y yo le contesté que sí. ’Por favor, controlá que la nena no hable, no grite’, me pidió. Había pasado una hora y yo todavía estaba ahí. En un momento escucho el ascensor y me empezó a temblar el corazón como si estuvieran entrando ladrones y yo me tenía que esconder para que mi hija no gritara. Esa situación... lo digo y me pongo muy mal. Tuve que hacer pasar a mi hija por una situación que no nos merecíamos”, agregó, con lágrimas en los ojos.

“Ese día me sentí lo peor y lo llamé y le dije ’todo por tus mentiras, basta, se terminó, o le decís la verdad a tu novia o se terminó con nosotras´. Entonces él se dio cuenta de que eran incompatibles las dos cosas. Él nos eligió a nosotras”, continuó angustiada.

En cuanto a la relación de Redrado con su hija, expresó: “Cuando Matilda era muy bebé, él la conoció y dijo que le encantaría ser su imagen masculina. Fue un pedido de él, no mío, lo puedo demostrar”.

Por otro lado habló de las declaraciones de Tomás, el hijo mayor de Redrado, y fue contundente: “No me voy a meter tanto en la situación de los hijos, el primero que se metió fue Tomás. Yo no salté a contestarle a él con esos chats, fue una respuesta a las agresiones que recibí de una persona que no es un menor, es un adulto de 25 años que se metió en una relación que no le corresponde, del padre con la novia o ex novia, lo que sea. Yo no sé si él manda gente para que hable por él o esta persona se tomó la atribución, pero tampoco él le pone límites”.