

Cortan el GNC en estaciones de servicio de todo el país: la situación en La Plata
Por la batalla de barras y sindicalistas en el Hospital de Gonnet hay un prófugo: de quién se trata
Guardia alta: oficializaron el árbitro de la final Estudiantes - Vélez
Tercera noche a oscuras en La Plata y vecinos de varios barrios reclaman cortes de luz
Impactante accidente en Plaza Paso: un auto volcó y el conductor quedó atrapado
Comenzó el cierre del Parque Saavedra en La Plata para arrancar las obras de remodelación
¿Carriles exclusivos para motos?: el nuevo proyecto que empieza a circular en La Plata
Gimnasia rechazó una nueva oferta de Lanús por Rodrigo Castillo y se enfría su salida
Javier Milei denunció a Jorge Rial y Doman por injurias: "Ahí lo tenes al pelotudo"
El nuevo desarrollo de Yacoub: un homenaje a la elegancia europea en el corazón platense
¡León, aprovechá y vení! El Papa iría a Brasil: ¿y Argentina?
Dolor por la muerte de un joven rugbier, con fuerte impacto en La Plata
Los mejores vestidos del casamiento entre Jeff Bezos y Lauren Sánchez
"Va a ser difícil": Verón habló de las dificultades de competir con europeos y la falta de inversión
Muertes por fentanilo contaminado en La Plata: el laboratorio rompió el silencio y se defendió
Máxima, la reina todoterreno: del glamour real al ambo y la cofia violeta en el hospital
En video y fotos | La Plata, bajo un manto blanco por la helada polar
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Sabela Bello
“No conozco a ningún contagiado por COVID-19”. Esta frase era recurrente en Venezuela, incluso cuando otros países habían llegado al límite de sus recursos sanitarios. Pero la tendencia se revirtió y, ahora, mientras otros se recuperan y se vacunan a diferentes velocidades, la nación caribeña retrocede y el colapso del sistema de salud es visible.
A la fecha, es casi imposible encontrar un venezolano que no haya sufrido la enfermedad o no tenga un familiar o allegado que lo viva o lo haya vivido. Y también lo es no conocer a alguien que haya llorado a un ser querido fallecido por coronavirus, algo que ocurrió en el resto del mundo en la primera mitad de 2020.
Más allá de datos oficiales, ya es imposible ocultar algo que se ve, se sufre y se padece, en un país que, ya sea por una dudosa gestión de sus autoridades o por -como asegura el Gobierno- las sanciones impuestas por EE UU, la Unión Europea y otras naciones, no está preparado para afrontar una pandemia que está cambiando el mundo.
Ante la desconfianza generada por las bajas cifras de contagios y muertes por COVID-19 brindadas por el Ejecutivo, el termómetro más fiable era el “conozco” o el “no conozco”. Y lo sigue siendo. La negación daba cierta credibilidad a los datos oficiales, si bien parecían demasiado bajos.
Y ahora que los números se han incrementado considerablemente, y pueden sonar más creíbles, los porcentajes no se corresponden con el objetivo medidor ciudadano -aunque no preciso- del “conozco”.
Los contagios que se conocen de primera mano, ya sean más o menos cercanos, son innegables e irrebatibles, mientras que los datos oficiales -aun aceptando como válido un lógico margen de error- generan cada vez más desconfianza, sobre todo por las mentiras, voluntarias o no, obvias.
LE PUEDE INTERESAR
Opinan los lectores
Una de las premisas del Gobierno, según aseguran a diario los funcionarios que brindan los informes, es que todos los casos de contagio detectados deben estar, obligatoriamente, hospitalizados, algo que se incumple de manera sistemática, según ha contrastado Efe con enfermos diagnosticados positivos para COVID-19 en centros sanitarios públicos y enviados a recuperarse en sus domicilios.
Esto ocurre en un país en el que, según las autoridades, en junio del pasado año, había 23.762 camas en hospitales disponibles para atender contagiados, y que hoy -aseguran- únicamente hay 9.724 casos activos, de los 154.165 que sufrieron o sufren la enfermedad.
Estos datos, a los que hay que añadir que 1.532 fallecieron, señalan que la recuperación está en torno al 93 por ciento, por lo que no debería haber problema para albergar a contagiados en hospitales o centros de salud.
Otra de las afirmaciones recurrentes del presidente del país, Nicolás Maduro, es que el Gobierno proporciona tratamiento médico gratuito a todos los afectados por el virus. Esta afirmación es desmentida por enfermos y familiares que imploran ayuda para conseguir fármacos antiCOVID a través de redes sociales o mensajes en cadena entre conocidos.
Son estas aseveraciones fácilmente rebatibles con pruebas objetivas y palpables las que generan más desconfianza en la población, sabedora que le están mintiendo, más allá de unos números o unos porcentajes más o menos acertados.
Estas mentiras dan lugar a la pregunta lógica y comprensible: “Si en esto -que sabemos con certeza y de primera mano que es falso- nos mienten, ¿nos estarán mintiendo también en las cifras de contagio que nos proporcionan a diario?”.
“A cualquier caso sospechoso de COVID-19 se le hace la PCR gratuito inmediatamente”. Esta es otra de las falacias más extendidas en Venezuela tras ser difundida por el Ejecutivo, que controló, durante los primeros meses de pandemia, los laboratorios del país que podían realizar el test.
Hasta hace apenas un par de meses, era imposible buscar un centro que realizase la prueba a cualquiera que quisiera saber si estaba contagiado. Todo estaba bajo control del Estado.
Pero sin anuncio previo, de pronto, proliferaron los laboratorios que efectúan la PCR a cualquiera que lo desee, no sin antes abonar los 80 dólares correspondientes. “No aceptamos pago con tarjeta, no aceptamos bolívares. Solo dólares en efectivo”.
Si bien algunos analistas clínicos bajaron el costo hasta los 60 dólares, el precio casi generalizado es el de 80, una cantidad inalcanzable para quienes perciben el salario mínimo venezolano, de menos de un dólar mensual.
Ante este panorama, son miles de personas las que se realizan pruebas rápidas, ya sean de pago o gratuitas, un test que ha demostrado su ineficacia y riesgo, ya que por Venezuela campan a sus anchas ciudadanos que confían en un diagnóstico erróneo, poniendo así en peligro la vida de sus semejantes. (EFE)
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$670/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$515/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí