A los tiros, un vecino salvó a una mujer de un brutal asalto

La decidida y comprometida intervención de un hombre que desde su vivienda escuchó fuertes gritos que provenían de la calle y no dudó en auxiliar a su vecina del barrio, fue determinante para frustrar un asalto que estaba a punto de cristalizarse.

El incidente ocurrió a última hora del la tarde del miércoles en 69 y 29, y quedó filmado por la cámara de seguridad de un particular.

Si todo duró apenas un puñado de segundos fue porque ese vecino -de quien se dijo en el barrio que se trataría de un policía- efectuó varios disparos intimidatorios con un arma de fuego y los delincuentes escaparon sin concretar el robo, aparentemente ilesos.

No obstante, vecinos del lugar le contaron ayer a este diario que la destinataria del ataque de los maleantes -una agente penitenciaria de unos 45 años- “terminó bastante golpeada, porque uno de los asaltantes la arrastró más de 10 metros por el piso tomándola de los pelos. También quedó con un estado importante de nervios”.

Fabiana (44) vive a pocos metros de la vivienda de Patricia, la penitenciaria en cuestión, y en la tarde de ayer le dijo a EL DIA que “la acompañé a su departamento, porque estaba dolorida y angustiada, para brindarle contención emocional”.

También mencionó que la víctima “regresaba a las 7 y cuarto de la tarde (del miércoles) en su auto negro de hacer unas compras y cuando llegaron los motochorros, estaba queriendo sacar algo de adentro del coche, con una puerta abierta”.

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Por eso, como se observa en las imágenes del ataque, el ladrón que la golpeó para intentar quitarle sus pertenencias: “La agarró a ella de espaldas”, sumó la vecina.

“SENTÍ GRITOS Y BAJÉ A AYUDARLA”

Leonardo (44) vive en el mismo edificio que la penitenciaria que padeció el frustrado intento de robo callejero. Es profesor de educación física y cuando se produjo el ataque acababa de terminar una de las clases que da por videollamada.

En esos instantes, indicó, “escuché gritos y disparos, entre cuatro y cinco, que venían de afuera y al asomarme por el balcón vi a esta mujer en estado de shock”.

Sin pensarlo dos veces, corrió hacia donde estaba la víctima para socorrerla “y justo se estaban yendo los dos motochorros que quisieron robarle”, contó a este diario.

Enseguida otros vecinos salieron a la calle, también alarmados por los gritos y las detonaciones de arma de fuego.

Leonardo admitió que, en su caso, inicialmente creyó que “se trataba de un caso de violencia de género, de una mujer que era agredida físicamente por un hombre por esa razón”. Pero enseguida supo el real motivo de la agresión que acababa de padecer su vecina.

“Nos contó lo que había sucedido y valoro mucho su valentía para defender la mochila que uno de los asaltantes intentó quitarle y que motivó que la arrastrara varios metros por el piso agarrándola de los pelos”, apuntó el docente.

Esa circunstancia de resistencia y la batería de disparos realizados por alguien del barrio, fueron decisivos para hacer desistir a los ladrones de su objetivo en el lugar.

Leonardo reflexionó después que “me dio mucha bronca lo que pasó, porque además te deja una situación de injusticia y te hace pensar que lo mismo le puede pasar a cualquiera de nosotros”.

“Acá ya no se trata de zonas ni de horarios; la inseguridad está en cualquier lugar y hora, inclusive en medio de esta pandemia”, completó.

“EVITÓ OTRO ROBO TAMBIÉN A GRITOS”

Tanto Fabiana como Leonardo recordaron que la víctima del frustrado asalto “hace unos meses sufrió otro intento de robo en su departamento, cuando dormía a las 2 de la mañana y un ladrón trepó y se metió en su departamento. Esa vez, también evitó el robo a los gritos” . Otro habitante del barrio aseguró que “cuando se hace de noche, ves a pibes en moto por el barrio, al acecho para robar”.