El padre de la joven violada en una óptica le conseguía changas al presunto agresor

Un día después del aberrante hecho que dejó a su familia “marcada para siempre”, el padre de la joven violada en una óptica de la zona de Plaza Paso, de la cual es propietario, rompió el silencio y confesó que si llegara a encontrar al acusado en la calle “le paso el auto por encima”, dijo.

“Este tipo no se merece estar en la calle porque representa un peligro para cualquier chica. Fue un momento muy difícil para mi hija que no creo que se vaya a olvidar nunca”, sostuvo José, el dueño del comercio en donde su hija fue sometida a vejaciones, aparentemente, por un hombre que él mismo había contratado para que realizara un trabajo de pintura en el frente.

Fuentes policiales indicaron que el presunto atacante de 27 años se presentó el pasado martes a las 9.30 en el local asegurando estar interesado en unos productos que vende la víctima. Con esa excusa la empleada e hija del dueño accedió a abrir la puerta sin siquiera imaginarse los momentos de tribulación que iba a vivir minutos después.

José rememoró cómo fueron los minutos previos al ataque y ahondó luego en la terrible experiencia que le tocó vivir a su hija en el local de 13 y 43 . “Le pegó dos fuertes trompadas. Es un tipo grandote, con mucha fuerza. Ella (por su hija) es flaquita. No sé por qué no se desmayó. Después la agarró del cuello y la quiso ahorcar. Todo eso ocurrió mientras la amenazaba. Le dijo que sí me avisaba a mí, la iba a matar a ella, a su hijo y a mí. Después la violó, la penetró. Casi la ahorca pero no llegó a hacerlo porque debió haber tenido un minuto de lucidez”, expuso.

Precisó que su hija se hizo los estudios y que ya se encuentra en reposo. “Mi hija está muy mal. Se la pasa llorando y ahora todo es un drama que va a empezar a transitar toda la familia”, recalcó.

En tanto, al referirse al presunto agresor (detenido ayer horas después del hecho) recordó que lo conocía de verlo todos los días en la calle ya que desde hacía varios meses venía trabajando como limpia vidrios en la cuadra del comercio. “Yo lo veía todos los días en la esquina limpiando vidrios. Se comportaba muy atento saludando a toda la gente del barrio. Se había ganado la simpatía de todos. Varios vecinos le daban comida y ropa. A mí, me convenció para que le diera el trabajo de pintura del frente del negocio y falló. Falló su cabeza”, indicó.

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“La verdad que no sé lo que le pasó a este muchacho. Inclusive, tenía varios trabajos por hacer todavía. Es que yo me había encargado de convencer a varios comerciantes de la zona para que también pintaran el frente de sus negocios. Muchos ya se habían comprometido con que le iban a dar trabajo. Yo estaba contento porque por lo menos iba a tener laburo para los próximos seis meses”, señaló.

Al mismo tiempo destacó que “sinceramente, al agresor no lo conocíamos”, dijo y añadió que “se aprovechó de mi voluntad de intentar, siempre, dar una mano”. Remarcó en este sentido que “esta gente no se recupera más. Ayer cambié totalmente mis pensamientos. Todos los pensamientos buenos que yo tenía de que hay que ayudarlos. Pero, la verdad, no hay que ayudar a nadie”.

En este marco, afirmó que “no tomé los recaudos necesarios” y confesó que “no dudaría en atropellar al sospechoso con el auto” si se lo encontrara en la calle. “Me enteré cuando fui a hacer la denuncia que había tenido una entrada por un hecho similar. Además, me parece que estaba casado y golpeaba a su esposa. Por mí, que me metan preso. Tengo 71 años y no me importa nada. Ya estoy jugado, pero si lo veo en la calle le pasó el auto por encima porque lo que hizo no se le hace a ninguna mujer”.