Encerró a los empleados de una marmolería para llevarse dinero y vinos

Con el rostro semicubierto, como circulamos casi todos en estos tiempos de pandemia, y un arma de fuego, un solitario delincuente se apoderó en minutos de la recaudación de una marmolería de Gonnet, aunque no despreció tampoco varias botellas de vino y una máquina de contar dinero. Las víctimas no pudieron aportar dos datos clave en la búsqueda de los responsables de cualquier atraco inmediatamente después de que sucede, como son la dirección y el modo de fuga, porque el asaltante los dejó encerrados, informaron fuentes oficiales.

El hecho sucedió poco antes de las 3 de la tarde del jueves pasado en el local de “Mármoles y Granitos Baustil”, en 31 y 506, cuando uno de los empleados estaba en la puerta.

Según denunció después ante la policía, en ese momento se le acercó caminando un sujeto de quien no desconfió. Después de todo era de día, estaban en un sector comercial de circulación permanente y el peatón no parecía peligroso, hasta que se le acercó para exhibirle un arma de fuego y convencerlo de acatar la orden que le impuso: “Metete adentro”.

“AL BAÑO”

Sin resistirse, el empleado hizo lo que le dijo. En el interior del negocio estaba su compañero, quien se asombró al ver la escena y tampoco intentó maniobras arriesgadas frente a ese intruso de entre 25 y 30 años que se cuidó de no mostrar su rostro y mantener a las víctimas bajo amenaza constante con el arma de fuego.

Lo primero que les exigió a los empleados una vez que los tuvo juntos fue que entregaran todas sus pertenencias, básicamente los teléfonos celulares y billeteras, para luego indicarles que caminaran hacia el baño.

Acatando las órdenes, los jóvenes se encontraron instantes después encerrados en ese sector del comercio, confirmaron los mismos voceros.

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Mientras tanto, a solas y con el control total de la escena, el delincuente se dedicó a revisarla hasta encontrar lo que buscaba: el dinero de la recaudación.

Las víctimas no detallaron en su exposición cuánto se llevó el sujeto, seguramente porque a esa hora de la tarde aún no habían realizado el recuento del efectivo que estaba en un cajón, pero sí dieron cuenta del robo de “unas bolsas que contenían botellas de vino destinadas a los clientes por su compra” y una máquina de contar dinero, ampliaron las mismas fuentes.

PLATA Y LA MÁQUINA PARA CONTARLA

Después de permanecer varios minutos en el baño, y cuando estuvieron seguros de ya no escuchar los ruidos que delataban los movimientos del intruso mientras revisaba el local, los empleados lograron salir del encierro para buscar un teléfono y llamar al 911.

Más allá de la tensión que les causó el episodio, los damnificados resultaron ilesos. La denuncia por “robo calificado” fue radicada en la comisaría Decimotercera de Gonnet, luego de la cual acudieron al comercio los peritos de Policía Científica en busca de rastros que ayuden a identificar a los responsables.

Además, los investigadores “peinaron” los alrededores en busca de cámaras de seguridad públicas o privadas que hayan registrado la llegada o fuga del maleante, además de testigos.

“Es probable que no haya actuado solo, si no con la complicidad de una o más personas que seguramente lo esperaron cerca para escapar más rápido en algún vehículo”, especuló un pesquisa.

Lo cierto es que, por lo menos hasta anoche, no había detenidos por el hecho.

Los asaltos a mano armada estaban a la cabeza de las preocupaciones entre los comerciantes de la zona Norte, aunque los cierres o limitaciones de la actividad durante la cuarentena sumó a esa lista los escruches de madrugada.

Como sea, el delito sigue golpeando con fuerza al sector, que desde hace varias semanas viene pidiendo respuestas con caravanas de autos por las calles de City Bell.