Misterioso asesinato a tiros de una travesti en una esquina de la Zona Roja

“Están todos borrachos, festejando y gritándonos los peores insultos que se le pueden dedicar a una persona. A su paso nos riegan con cerveza, aceleran, dan la vuelta completa al parque y vuelven dispuestos a una nueva vejación. Nosotras somos pocas, y a cada segundo nos ponemos más nerviosas y presentimos que todo va a terminar mal”.

Esa escena que Camila Sosa Villada imaginó para su libro “Las Malas” probablemente se parezca a lo que pasó ayer a la madrugada en un sector de la convulsionada Zona Roja platense, donde un sujeto abrió fuego contra un grupo de travestis e hirió mortalmente a una de ellas.

Otras tres la llevaron al hospital Gutiérrez, donde murió mientras los médicos la atendían en la guardia.

Sólo se sabe por el momento que era de nacionalidad peruana, que todos la conocían como Soraya y que en su perfil de Facebook ella se identificaba como Wanda Soraya de la Fuente, aunque los investigadores policiales y judiciales no precisaron otros datos, como su edad, o dónde vivía. “No lo sabemos”, resumieron todos los consultados.

Según la información oficial, el crimen sucedió a las 3 de la mañana en diagonal 73 y 64, una de las esquinas más concurridas de la Zona Roja, que ha sido escenario repetido de operativos policiales, disturbios y no está lejos de donde hace poco más de un año mataron a Roberta Carabajal, otra travesti (ver aparte).

Lo que se sabe hasta ahora es lo que contaron testigos que colocan en la escena a un vehículo de color gris -podría tratarse de un Ford Ka- y a tres sujetos que “estaban molestando a las chicas”.

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La asociación civil Otrans Argentina le apunta a un solo agresor que “fue en busca de droga”, reproduciendo testimonios de otras habitués que supuestamente dijeron: “Como nosotras no vendemos, él se fue enojado y al rato regresó y le disparó a Soraya”.

Los testimonios formales, peritajes y reconstrucción con material fílmico que puedan haber registrado las cámaras de la zona ayudarán a rearmar la secuencia completa, con sus tiempos y protagonistas.

Lo cierto es que el tirador hizo al menos dos disparos, uno de los cuales impactó en el tórax de Soraya y el otro se estrelló contra un paredón. Si hubo más, “probablemente fueron al aire”, especuló un pesquisa, antes de confirmar que los especialistas en balística no levantaron vainas ni otros plomos en la escena.

Los investigadores buscan información en las cámaras de seguridad y en los dichos de testigos

Después de las detonaciones el auto se alejó a toda velocidad, dejando a la víctima tendida en el piso y a sus amigas pidiendo ayuda a gritos. Tres de ellas cargaron a Soraya en un taxi y la trasladaron hasta el hospital Gutiérrez, en cuya guardia ingresó inconsciente, “casi sin signos vitales”, confirmaron fuentes del caso.

Por un llamado al 911 que puso al tanto del caso a la Policía, un grupo se ocupó de preservar la escena hasta la llegada de los peritos de Científica, mientras que otro se trasladó al hospital, donde una médica les confirmó que Soraya había fallecido. A instancias de la fiscal en turno, Virginia Bravo (UFI 7), el cuerpo fue llevado a la morgue para la autopsia y se le dio intervención al gabinete de Homicidios.

En el comunicado que Otrans difundió ayer por sus redes sociales para repudiar el asesinato de Soraya, denunciaron que los policías “sin mediar palabra, detuvieron” a las tres travestis que acompañaron a la víctima al Gutiérrez, versión que fue desmentida de plano desde la fuerza.

“Las trasladamos en calidad de testigos”, explicaron, sin pasar por alto que “no declararon y todavía no se pudo identificar fehacientemente a la fallecida”, lo que sin dudas complica el análisis de todas las hipótesis posibles. Desde aquella entidad exigieron que el caso “sea investigado con perspectiva de género”, planteo que también llevaron a la manifestación que hicieron desde las 15 frente a las fiscalías de 7 entre 56 y 57, bajo las consignas “venganza por Soraya”, “basta de travesticidios, transfemicidios y hostigamiento”.