Parecían albañiles, pero redujeron a un hombre y lo asaltaron en su casa de La Loma

Ocurrió al mediodía, cuando la víctima estaba en la puerta de su vivienda. Los sujetos escaparon con dinero y teléfonos, en una camioneta

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“Lo más raro de este caso es la hora en la que pasó”, reflexionó ayer Matías (40) parado en la cuadra de 36 entre 29 y 30, donde 24 horas antes dos delincuentes encañonaron a un vecino suyo para meterse con él en su casa y robarle. Es que la entradera ocurrió alrededor de las 12.30 del miércoles, “cuando acá hay mucho movimiento, con vecinos que salen a hacer las compras o pasan autos”, lo que confirma la apreciación de otro frentista de la zona: “La inseguridad en este barrio ya está fuera de control”.

El nuevo asalto sucedió cuando un comerciante de 43 años estaba en la puerta de su casa y vio, sin sospechar, que dos sujetos vestidos como albañiles se le acercaban con actitud tranquila.

Por lo que contaron los vecinos, este hombre se mudó a esa finca hace aproximadamente un año, junto con su mujer y un hijo pequeño, encarando desde entonces una serie de refacciones.

¿Imaginó quizás que aquellos sujetos iban a contactarlo por un trabajo? Quién sabe. Lo cierto es que apenas lo tuvieron al alcance, los recién llegados le mostraron las armas sin necesidad de decir mucho más.

Lo obligaron a ingresar con ellos en la propiedad, donde, según fuentes oficiales, no había nadie más. Con el control absoluto de la situación, los delincuentes se ocuparon de recorrer los distintos ambientes de la vivienda mientras le exigían al dueño que les entregara todo lo que tenía.

El hombre no se resistió. Les dio el dinero en efectivo (el monto exacto no trascendió), su billetera y dos teléfonos celulares, detallaron las mismas fuentes, botín con el que los ladrones decidieron escapar de inmediato.

“Los tipos llegaron en una camioneta (Volkswagen) Surán que dejaron en la esquina”, contó a este diario Javier (57), otro frentista de la zona que pocas semanas atrás vivió una escena de terror, cuando motochorros le dispararon al advertir que los había visto intentando robar una moto.

DESCARTE

Una vez que los asaltantes escaparon el dueño de casa salió a pedir ayuda. Concretamente, un teléfono para poder llamar al 911.

Los policías que llegaron en los móviles del Comando de Patrullas salieron en busca de la banda a partir de los datos aportados por testigos. A los ladrones no los encontraron, pero sí localizaron, gracias al rastreo satelital, a los teléfonos que le quitaron al damnificado.

“Los hallaron en 140 entre 32 y 531, tirados en el umbral de una casa”, apuntó un investigador, sin pasar por alto que esto ayuda a reconstruir el camino que tomaron los ladrones en su fuga y limitar la búsqueda de cámaras de seguridad públicas y privadas que los hayan filmado.

Hace un mes, a dos cuadras de allí caía muerto el menor que intentó un robo en 49 y 27

 

La víctima radicó la denuncia en la comisaría Cuarta, donde se abrieron actuaciones por “robo agravado”, en tanto que peritos de Policía Científica levantaron muestras en la escena.

“Este barrio está signado por la inseguridad”, resumió Javier, a punto de recordar que un par de días antes “intentaron barretear una casa” de la misma cuadra.

Hace poco más de un mes, el 19 de junio, cuatro delincuentes en dos motos embistieron el portón de acceso a la cochera de una torre de dos pisos de esa misma cuadra para robar una moto, pero los ruidos alertaron a los vecinos y entre todos corrieron a los motochorros a gritos.

Del otro lado de la calle, Javier se sumó a la reacción, actitud solidaria que pudo costarle la vida: al verlo gritar desde una ventana, le dispararon tres veces. Por suerte reaccionó a tiempo y se tiró al piso. Dos días después, a 200 metros de allí caía muerto un joven de 16 años que había encañonado a un chico y entrado a los tiros en una casa de 49 entre 27 y 28, donde el amigo del dueño se resistió a los tiros.

 

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