River vuelve de Orlando cargado de problemas que no estaban en carpeta

Desde Orlando, Estados Unidos, donde desarrolló una etapa de preparación, River emprendió anoche el viaje de regreso a Buenos Aires y más allá de la preocupación causada por Agustín Fontana, quien sufrió un esguince de rodilla en el último ensayo, en el club hay una serie de situaciones que modificarán la última etapa de entrenamientos con miras al reinicio de la competencia oficial.

La lesión de Fontana, considerado por Marcelo Gallardo como opción para ocupar el puesto que dejará libre Rafael Santos Borré, cuyo pase lo oficializó Eintracht Frankfurt, de la Bundesliga, preocupa sobremanera, más aún frente a las dificultades que el DT tendrá para sumar al trabajo diario a los jugadores que se reincorporarán tras la actuación del seleccionado en la Copa América, entre ellos Julián Álvarez, candidato también a ser el socio de Matías Suárez en el ataque de los Millonarios.

Agustín Palavecino también volverá lesionado, aunque en este caso se trata de un traumatismo en el pie derecho que según el parte médico no reviste mayor gravedad.

Otra cuestión resulta el período de aislamiento que la delegación tendrá que hacer en el marco de las medidas sanitarias diagramadas por la pandemia de coronavirus. En principio, cuando el club de Nuñez dispuso el viaje a Orlando, las autoridades le había asegurado un tratamiento especial por tratarse de una delegación deportiva, pero las últimas medidas alteraron por completo el cuadro de situación.

Así, ni bien hoy pise suelo argentino, la delegación se alojará en el hotel Faena, de Puerto Madero, y mañana se trasladará al Sofitel, de Cardales, hasta el partido contra Argentinos. Los afectados por la medida conformarán una “burbuja” durante una semana. Las razones por las cuales el Gobierno obligará a la delegación de River a realizar un aislamiento de siete días responden a que técnicamente no cumplió estrictamente con una burbuja sanitaria en Orlando. En definitiva, el viaje se realizó en el marco de una delegación que se alojó en un hotel que compartió con 5.000 personas, sin ningún tipo de aislamiento.

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“ESTO NOS CAMBIA TODO”

Marcelo Gallardo, dijo ayer que si hubiese sabido que el plantel iba a tener que hacer una cuarentena de siete días, se habría “realizado una preparación diferente”.

“Estamos en esa coyuntura de ver qué es lo que va a pasar, porque nosotros nos fuimos con una idea y ahora nos encontramos con otra. Pero bueno, tendremos que adaptarnos a las cuestiones que correspondan”, dijo Gallardo antes de emprender el viaje de regreso.