Economía en onda electoral, con apuestas al resultado
Edición Impresa | 30 de Agosto de 2021 | 01:41

Ricardo Rosales
prensa.rosalesr@gmail.com
La apatía que se advierte en la sociedad por las próximas elecciones legislativas contrasta con la efervescencia que vive el establisment económico, atento a los resultados de las PASO a mediados de septiembre, con apuestas a los escenarios que imaginan para después de los comicios. En la última semana hubo un salto en las cotizaciones de las acciones argentinas, con retornos excepcionales que se atribuyen a un juego puramente especulativo, sin equivalencia con los resultados corporativos o datos macro. Para algunos esas subas tienen que ver con la información que surge de las encuestas electorales, que anticipan una caída de los votos que irían al oficialismo y un exiguo triunfo en la provincia de Buenos Aires, aunque otros lo atribuyen a una convicción mayoritaria de que terminadas las elecciones, la administración de Alberto Fernández iría a un rápido acuerdo con el FMI. En cualquier caso se trata de especulaciones que, como todo juego de casino, puede dar ganancias o pérdidas.
El fervor electoral de los negocios se podría entender por la sensibilidad que existe en este ámbito debido a los altibajos que podrían ocurrir con el cepo cambiario, las dificultades para exportar, la presión impositiva y otra cantidad de regulaciones que afectan la actividad económica. Los encuestadores top son motivo de consulta y presentaciones casi cotidianas en este micro mundo a pesar del escaso (o nulo) poder predictivo de las encuestas que ya ha sido demostrado en numerosas oportunidades. Resulta por lo menos extraño que en los negocios, una actividad regida por la dureza de los números, ganancias o pérdidas, se deslumbre por las poco precisas o vagas informaciones que surgen de la mayoría de estas consultas telefónicas o por redes sociales. El limitado marco que aportan las encuestas, sumado al desinterés y apatía electoral en la sociedad, se advierte en un pequeño dato, pero revelador, que admitió uno de estos consultores top: mientras que en otras oportunidades, eran necesarias 100 llamados telefónicos para obtener una respuesta real a la consulta, hoy el promedio necesario es de 250 llamadas.
El futuro, de todas maneras, es el interrogante casi permanente en la actividad económica y financiera: a grandes rasgos, las opiniones se dividen entre los optimistas y los pesimistas. Los primeros basan su expectativa en que luego de las elecciones, el gobierno del presidente Alberto Fernández tiene una sola opción para elegir, que es ir hacia un acuerdo con el FMI. Los supuestos son brumosos, debido a que ese acuerdo es aún un deseo más que una realidad. En el frente oficialista, los sectores k consideran necesario llegar a esa instancia, solo para refinanciar los vencimientos a más de 10 años, pero no para firmar un compromiso de largo plazo de disciplina fiscal y desregulación del mercado cambiario. El gobernador Axel Kicillof, uno de los baluartes de esa opinión, que navega en la corriente del oficialismo que le gustaría reemplazar el ministro Martín Guzmán, está convencido de que la emisión monetaria es necesaria y no causa de la inflación. Las negociaciones, como reveló el propio Presidente y la vicejefe de Gabinete, no han avanzado hacia puntos básicos de coincidencias. Las versiones que vienen de Washington, dicen lo mismo: no hay un programa presentado en el marco de las conversaciones que debiera ser un acuerdo de facilidades extendidas, con un tope de tiempo de 10 años sin quitas ni rebajas de las tasas de interés.
Los pesimistas son menos y sus opiniones se sostienen en la ausencia de crecimiento y la destrucción del capital productivo y humano. El ministro Guzmán ha insistido en las últimas semanas que la economía está creciendo por encima del 7%, sin embargo, el último informe del estudio de Orlando Ferreres (Índice General de Actividad) sostiene que el nivel de actividad de julio último cayó 1,8% respecto a junio pasado, situación que estaría indicando según Diego Giacomini que el rebote pronosticado está abortado. Otro economista especializado en energía, el ex secretario Emilio Apud, sostiene que el potencial de Vaca Muerta aprovechado actualmente representa apenas el 0,28% del total. Debido al cambio de los paradigmas en el mundo, hacia la producción de energías limpias, las reservas de hidrocarburos pierden interés y valor a medida pasa el tiempo.
Sin embargo, el dato que más llama la atención es la brutal caída de la inversión en la última década, un indicador que revela un estancamiento económico de larga data. Según Giacomini, la inversión bruta medida en dólares del segundo trimestre de este año está 31% por debajo de la ocurrida en el segundo semestre trimestre del 2018: la Argentina –en realidad- no tiene inversión neta positiva desde fines de la administración de Néstor Kirchner, siendo 13 años en donde el país no acrecienta su capital productivo. De allí que Giacomini sostiene que “estamos con posibilidades peores en 2022”. En retrospectiva, entre 2012/2020 el promedio de crecimiento del mundo fue de 8,4%, en la región latinoamericana de 2,7%, mientras que la Argentina retrocedió 20,1%.
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