Estruendos a medianoche: denuncian daños a casas y autos en Gorina

La tranquilidad en el paisaje abierto que proponen las casas con parque lleno de verde y una mañana apacible de sol contrastaban ayer, en la zona aledaña a la cantera de Gorina, con el pesar que vivieron, durante el fin de semana, los vecinos de al menos dos calles de ese enclave situado al norte de la Ciudad.

La contracara aparecía en los relatos sobre una noche en la que algunos frentistas saltaron de la cama por estruendos que venían de las ventanas o del exterior de las casas.

Según denunciaron ayer en inmediaciones 136 entre 490 y 492, en la madrugada del domingo padecieron una pedrada que destruyó vidrios y dañó algunos vehículos de esa calle y la 135, en el mismo barrio.

Según las denuncias vecinales, el ataque se pareció más a una lluvia que a un hecho aislado de vandalismo.

La situación sorprendió a varios frentistas. Como en otras zonas de la Ciudad, están atentos a situaciones delictivas vinculadas con los robos. Aunque nada de eso se asociaba a los “estruendos” en medio de la noche o la madrugada, por vidrios perforados o chapas dañadas.

“El fin de semana, a la noche, vinieron unos chicos. Eran varios adolescentes, siete o diez”, le contó a este diario Guadalupe, una vecina del barrio.

Según detalló la mujer, “venían con piedras o ladrillos y tiraron en los vidrios de las casas y autos. Así, han roto varios” vehículos.

La experiencia cercana para la vecina indicaba un hecho de inseguridad en su casa, con un escruche nocturno.

Esta vez, que no era esa la intención, se calcula. En imágenes tomadas por cámaras de seguridad de viviendas de la cuadra pudieron advertir la descarga de piedras y la posterior huida.

“Le tiraron a un vidrio, a una camioneta y a los vidrios de dos casas”, detalló la vecina.

En la cuadra donde tiene su vivienda, tienen alarma vecinal como medida de protección ante situaciones de riesgo.

De eso hay en el pasado cercano: “esta vez no parecía que fueran a ingresar, pero sí se están metiendo. El otro día se nos metieron acá. Saltaron sobre el portón, robaron del auto y trataron de entrar”, dijo.

Todo esto, según la vecina se da en un escenario de creciente preocupación por la inseguridad. “A nosotros nos trataron de entrar. Pasaron rompiendo alambrados en cinco casas. Se fueron a la esquina, subieron al techo y trataron de entrar a un espacio de la casa”, dijo.

Antecedente

A mediados de octubre del año pasado, a pocas cuadras de allí, otros vecinos denunciaron un festival de robos durante un fin de semana.

Según pudieron establecer los damnificados, el área más afectada por aquella “ola” iba de 135 a 141 y de 489 a 485.

De esos inmuebles, denunciaron en el barrio, se llevaron bicicletas, cortadoras de pasto y herramientas, entre otros elementos de valor.

Otro vecino de la zona contó que en medio de la madrugada, cuando descansaba toda la familia en su casa, saltó de la cama por una serie de ruidos “como explosiones”.

El desconcierto fue breve, hasta que se acercó a un ventanal que da a la calle y observó hoyos en los vidrios.

Esos ruidos se sintieron, con intensidad parecida, en varias casas. Así, comenzaron a intercambiar mensajes a través del grupo de WhatsApp.

En las evaluaciones que circulaban ayer por el barrio, se registraban daños en un trayecto de al menos dos cuadras.

Alarma vecinal

Por su parte, Guadalupe apuntó que ante las situaciones de emergencia “nosotros, lo que hacemos es activar la alarma vecinal, llamar a la Policía y estar en contacto entre los vecinos”.

Esta vez, cuando se produjo toda la cadena de alertas, los vándalos ya habían escapado de la zona, según se calculaba ayer.

“No sabemos si detuvieron a alguien”, dijo la vecina sobre la actuación policial.

El aporte que podrían realizar las cámaras del barrio requerirá de un análisis de datos ya que en las imágenes no se ven las caras de los presuntos responsables del ataque, según apuntó la vecina.