“Mi sobrina está un poco mejor, pero tiene pesadillas y le van a quedar secuelas”

Mientras sigue la búsqueda del agresor, familiares de la víctima hablaron con EL DIA. La pareja se conoció por Facebok y ya no salían

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La violencia de género, cada vez más pandémica en la provincia de Buenos Aires, echó raíces profundas en la Región que crecieron sin control durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. En julio pasado, las Unidades fiscales de investigación (UFI) que estuvieron en turno en la Ciudad y la fiscalía especializada en violencia de género, tuvieron una abrumadora cantidad de denuncias por este tipo de delitos.

Según el Registro Penal de Violencia Familiar y de Género, en la Provincia se registraron 94 víctimas de femicidios, de las cuales el 65 % fueron producto de la violencia de género durante el 2020. En el departamento judicial de La Plata hubo 3.977 procesos penales iniciados por violencia familiar y/o de género. En cuanto a la edad de las víctimas, los hechos más frecuentes oscilan entre mujeres de 18 a 40 años. Y las ex parejas son los mayores causantes. Eso fue lo que ocurrió en las últimas horas en Berisso, con una adolescente de 17 años que terminó en el hospital a causa de las heridas que le causó un hombre de 31 años que tenía una tobillera por otro hecho de violencia de género. Como informó este medio en su edición anterior, el episodio tuvo lugar en un sector humilde situado entre el cementerio y la avenida Río de La Plata.

EL DIA pudo contactarse con Sheila, tía de la víctima, quien refirió cómo fue el ataque y los minutos siguientes en los que la menor pudo escapar para buscar ayuda. Según contó, la chica y el agresor se conocieron “por Facebook” y salieron durante un mes, hasta que el miércoles último ella decidió dejarlo. “El miércoles habían terminado la relación, porque él la había agredido verbalmente y la mamá le pidió que no siguiera el vínculo porque no iba a terminar bien”.

La mujer precisó que el acusado “alquilaba una vivienda en Los Hornos”.

El domingo pasado, “este joven la fue a buscar a la Terminal. De ahí llevaron al tío de mi sobrina al barrio El Carmen, después se fueron al río y volvieron a las 23 horas a la casa. Él quiso quedarse a dormir, ella no quería, y como última opción le ofreció quedarse en el sillón”, reveló. Ese día, agregó Sheila, la madre de la chica no estaba. “Él aprovechó esa situación, le pegó, le dio puñaladas en la cara, la cabeza, los brazos. Después de eso la dejó tirada en el lavadero”, indicó. Fuentes oficiales informaron que además la violó. Como única defensa la víctima “se hizo la muerta, la desmayada, para que la dejara de acuchillar. Aguantó de esa forma y entonces el pibe se fue”. Aunque antes de abandonar la finca, “le robó dinero, zapatillas, el celular, camperas, la dejó encerrada y se llevó la llave”. Recién ahí se fue.

La adolescente “se escapó por el dormitorio de la pieza de la madre, y medio a los tumbos, mareada llegó a la casa de un amigo que vive a dos cuadras. El amigo llamó a la madre y ésta a mí. Yo la llevé al hospital de Berisso, donde está con custodia y está un poco mejor. Está comiendo bien, pero tiene miedo, pesadillas. Son secuelas que le van a quedar”, cerró Sheila.

En tanto, el hombre -de nacionalidad paraguaya, al igual que la menor- todavía sigue prófugo. La causa fue caratulada como “lesiones leves, calificadas por el género, privación ilegítima de la libertad, robo y abuso sexual”.

 

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