De tarde y con clientes: asalto armado en una clínica de City Bell

“Hace una semana, en Rivadavia y 19 le robaron al papá de mi pareja. Hace cuatro días, en 475 y 28, al novio de mi mamá. Y también la semana pasada, en el kiosco que tiene una conocida en 11 y 132... y hoy acá”, le contó una de las personas que ayer por la tarde fue testigo y víctima de un solitario delincuente que asaltó una clínica situada en el centro de City Bell.

Una hora y media después, todavía con la sensación del mal momento en vigencia, quienes fueron parte involuntaria de la secuencia delictiva relataron cómo fue y reclamaron por la falta de seguridad que afecta al barrio. En sectores específicos de la Zona Norte, los robos son “muy frecuentes”, manifestaron.

Como informó este medio en su edición anterior, el martes pasado una banda de cuatro ladrones atacaron a las 9.10 horas, en 472 entre 14c y 15, a una mujer de 30 años que iba a trabajar.

Según declaró ella, tres personas descendieron de un Peugeot 308, amenazaron con dispararle y le robaron la moto, una Zanella ZB110 RT, de color rojo, y una mochila en la que guardaba un juego de llaves de su trabajo y la billetera.

Y ayer, cerca de las 15.30, en el sanatorio que funciona en una de las esquinas de 472 y 21A, tuvo lugar el atraco mencionado al comienzo de la crónica.

“SE FUE TODO A LA M...”

Una vecina, indignada por situación, señaló con brutal sinceridad que “se fue todo a la mierda, ya, ¿quién va a parar esto?”. La mujer no podía dar crédito a lo que le había contado su hija: “Ella estaba en la clínica cuando entró un tipo con casco, sacó un arma y los robó a todos”.

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Una de las secretarias del lugar, dialogó con EL DIA y señaló que al momento del hecho “éramos cinco personas”. Ni la hora ni la presencia de la gente lo inmutó. Tras ingresar con el casco puesto, pero con la visera del mismo subida, cerró al puerta detrás de él y observó la escena.

“Yo sentí algo raro, lo miré y ahí me pidió el celular y la plata de los consultorios que había en la caja registradora”, señaló la joven de 21 años.

Nadie se movió ni atinó a reaccionar, porque el recién llegado “tenía un arma y nos apuntó”, aportó otro testigo. Cuando obtuvo ese primer botín, fue por el resto. Primero encaró a un hombre que esperaba sentado en la sala de espera, a quien le sustrajo la billetera y el teléfono móvil.

Lo mismo hizo con otra chica que aguardaba su turno de ser atendida, siempre con la pistola en la mano para intimidar.

Según confiaron los entrevistados, actuó de forma “tranquila” y les ordenó que no corriesen. “Nos dijo que nos agachemos”, recordó una de las damnificadas.

Sin embargo, en un momento el ambiente se puso muy tenso. “Justo en ese instante salió una médica que escuchó ruidos raros y pensó que alguien se había descompensado. A ella también le robó. Yo le dije ‘metete para adentro’ y el tipo le gritó ‘dame el celular o te pego un tiro’”, manifestó una de las secretarias del establecimiento de salud.

Cuando se fue volvió a cerrar la puerta de ingreso, que siempre mantienen abierta debido a que necesitan la sala ventilada por el Coronavirus. Desde el interior del centro asistencial, escucharon cómo “salió volando”, presuntamente en dirección a Villa Elisa.

Algunas víctimas llegaron a verle el rostro a través de la abertura del casco. Y la Policía analizó las cámaras de seguridad de la zona para tratar de identificar al autor del atraco. En esa línea, fuentes oficiales remarcaron que “estamos sobre una pista” y añadieron que lo tendrían “cercado”.