No son lo que parece: se ven como semillas, flotan en el aire y se dedican a monitorear...

Una nueva generación de pequeños sensores inalámbricos que funcionan sin batería y se desplazan con el viento, recopila datos sobre las condiciones del medioambiente de una manera inédita

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El ‘diente de león’ (Taraxacum officinale) es una planta herbácea distribuida prácticamente por todo el planeta, que se utiliza desde la antigüedad en naturopatía debido a sus múltiples propiedades medicinales y que se caracteriza por la forma esférica de su parte superior, una especie de bola compuesta de finísimos filamentos. ¿Quién no ha soplado alguna vez, durante un paseo por el campo, un parque o una plaza, la algodonosa y delicada esfera que corona el tallo de esta hierba, para observar cómo se desprenden los penachos que la componen, similares a diminutos paracaídas que viajan llevados por el viendo hasta lejos dispersando las semillas de la planta?

Bueno, un equipo de investigadores de la Universidad de Washington (UW), en EE UU, está desarrollando una serie de pequeños dispositivos sin batería que flotan en el viento, inspirándose en la manera en que los ‘dientes de león’ (‘dandelion’ en inglés) aprovechan el viento para diseminar sus semillas.

Estos dispositivos sensores, que son capaces de mantenerse flotando impulsados por las corrientes de aire durante un tiempo considerable como hacen las semillas de la Taraxacum officinale, sirven para monitorear la temperatura, la humedad y otras condiciones medioambientales, que varían en las grandes extensiones de tierra, como granjas o bosques.

INFORMACIÓN MUY ÚTIL

Estas herramientas tecnológicas inspiradas en la naturaleza podrían brindar información única y útil para una variedad de aplicaciones, incluida la agricultura con asistencia digital y el monitoreo del cambio climático. Expertos explican que esta nueva tecnología ofrece una solución innovadora para este tipo de monitorización, que actualmente es problemática porque requiere mucho tiempo y además es costoso colocar físicamente cientos de sensores en un área grande. Es que cada uno de los diminutos dispositivos portadores de sensores electrónicos desarrollados puede ser arrastrado por el viento mientras cae hacia el suelo.

Este dispositivo es unas 30 veces más pesado que una semilla de diente de león de 1 miligramo, pero aun así es capaz de viajar tras ser lanzado desde un drone, hasta 100 metros cuando sopla una brisa moderada, lo que equivale aproximadamente a la longitud de un campo de fútbol, según se comprobó en los ensayos.

Una vez en tierra, cada dispositivo, que puede albergar al menos cuatro sensores, utiliza paneles solares para alimentar el sistema electrónico que “lleva a bordo” y puede compartir los datos recogidos por sus sensores de modo inalámbrico a una distancia de hasta 60 metros, según sus creadores.

DESPLEGAR MILES DE DISPOSITIVOS CON RAPIDEZ

De los ensayos con el actual prototipo se deduce que podría utilizarse un drone para liberar miles de estos dispositivos en un solo lanzamiento. Todos los dispositivos serían llevados por el viento pero cada uno de ellos de una manera ligeramente diferente de los demás, con lo cual se podría crear una red de un millar de unidades sensoras con un solo lanzamiento. Esto es asombroso y transformador porque actualmente podría llevar meses implementar esa cantidad de sensores con métodos manuales. La estructura de estos dispositivos se diseñó en base a las estructuras de las semillas de ‘diente de león’, las cuales tienen un punto central y unos pequeños filamentos que sobresalen para frenar su caída.

Durante el diseño, los filamentos utilizados por los investigadores comenzaron a doblarse hacia adentro, a medida que se sumaba peso al dispositivo, un problema que solucionaron agregando una estructura de anillo para hacerlo más rígido y ocupar más área para ayudar a reducir su velocidad. Para no aumentar el peso del dispositivo, se utilizaron minipaneles solares en lugar de una batería, para proporcionar energía a los componentes electrónicos.

La forma y estructura de los dispositivos les permite moverse y mantenerse en el aire, caer y aterrizar en una posición “consistentemente vertical” similar a lo que sucede con una semilla de ‘diente de león’, señalan los investigadores que participaron del desarrollo.

MEDICIONES

Estos dispositivos toman mediciones de la temperatura, la humedad, la presión y la luz ambiental y las trasmiten mediante señales inalámbricas cuando a sus minipaneles solares les llega la luz natural, interrumpiendo la recolección de datos y las transmisiones con la puesta del sol y reanudándolas a la mañana siguiente, al volverse a encender automáticamente.

Ultraligero
Científicos de la Universidad de Washington han creado un sensor electrónico ultraligero que se lanza en grandes cantidades desde un drone y flota en el aire llevado por las corrientes de aire como las semillas-penacho de ‘diente de león’.
Información
Los sensores voladores recogen datos sobre la temperatura, humedad, presión atmosférica y luz del ambiente, y los trasmiten de modo inalámbrico, alimentándose con los minipaneles solares que llevan incorporados en su estructura esférica.
Transformador
Este sistema es transformador porque permitirá desplegar miles de sensores en extensiones de terreno que incluyen condiciones ambientales diferentes, lo cual es actualmente muy costoso y requiere mucho tiempo, según los investigadores.

 

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