Menores al acecho: son liberados y vuelven a robar

La inseguridad es un tema que tiene en vilo a los vecinos de la región, que desde hace tiempo miran con desconfianza las maniobras de las autoridades para afrontar la problemática. Y esto empeora cuando los que cometen los ilícitos son menores de edad, quienes quedan en libertad rápidamente y, en muchos casos, reinciden en los delitos.

Un hecho de estas características ocurrió el día de ayer, cuando un chico de 15 años cometió dos robos en un lapso de tan solo seis horas.

El primero de estos tuvo lugar en un almacén del barrio El Mondongo a donde el adolescente ingresó, robó el celular que la dueña tenía sobre el mostrador y huyó corriendo. La damnificada relató a EL DIA que inmediatamente salió tras él y una policía de civil que pasaba por el lugar se sumó a la persecución.

Finalmente, las mujeres alcanzaron al muchacho y a pesar de los golpes lograron retenerlo hasta la llegada de un patrullero.

Los oficiales trasladaron al menor por tentativa de robo, pero intervino la fiscalía Nº 1 del Joven y dispuso su inmediata liberación.

Apenas seis horas después, un joven denunció que fue asaltado por dos motochorros y que -según le indicaba el GPS-, su teléfono estaba en 3 y 45.

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Hasta esa intersección se acercaron los policías y se encontraron con que los motochorros habían chocado contra una camioneta. Uno de ellos, mayor de edad, estaba inconsciente mientras que su acompañante que estaba en buen estado era el mismo menor que había sido atrapado en horas de la tarde en El Mondongo.

Mientras que el delincuente de 29 años fue derivado al hospital Rossi donde corroboraron que su no corría peligro, el menor fue trasladado a una dependencia policial. Pero alrededor de las 4 de la mañana volvió a recuperar su libertad.

Es difícil afirmar que se tratan de casos aislados ya que cada vez son más los asaltos violentos cometidos por menores.

Hace tan solo unos días una joven de 24 años fue víctima de un violento asalto perpetrado por una banda de tres adolescentes de entre 14 y 15 años que ingresaron a robar a su lugar de trabajo.

La empleada estaba cumpliendo con sus tareas en un comercio de Ringuelet, cuando los tres menores irrumpieron armados en el lugar. Pese a que ella no opuso resistencia, los implicados le pegaron tres culatazos en la cabeza.

Mientras uno de los violentos asaltantes tomaba el dinero de la recaudación los otros robaban los productos de las góndolas y huyeron con el botín.

Tras el delito, fueron localizados por oficiales de policía que les incautaron un revólver calibre 32 largo marca Smith.

En el hecho intervino la UFI Nº 1 del Joven que ordenó que se traslade al adolescente de 15 años al Centro de Recepción de Menores, mientras que los de 14 fueron devueltos a sus progenitores.

La edad de imputabilidad

Estos casos hacen renacer en la sociedad los debates en torno a la edad de imputabilidad. Cabe recordar que, según establece la legislación argentina, los menores de 16 años no pueden ser juzgados, al tiempo que los que se encuentran entre esa edad y los 18 no son sometidos al mismo tratamiento que los adultos.

Es decir que solo pueden llegar a pasar por un proceso judicial aquellos menores de entre 16 y 18 años que hayan cometidos delitos que contemplen penas mayores a dos años. De ser encontrados culpables recién a los 18 pueden empezar a cumplir su pena en una cárcel, previo a eso pueden permanecer privados de su libertad en institutos de menores.