Por las Primarias, otra grieta se abrió en la coalición gobernante

De Pedro dijo que la mayoría del FdT pide que no haya tantas elecciones. Pero el Presidente las ratificó, en nombre de la democracia

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Por CARLOS BAROLO

Faltan diez meses para las Primarias Abiertas y lo que hoy se discute en la política, en especial en el oficialismo, es si conviene suspenderlas. Hay una suerte de línea divisoria en el peronismo. Alberto Fernández y sus, digamos, aliados pretenden mantenerlas, incubando la ilusión de poder competir porque el Presidente aspira a la reelección. El kirchnerismo duro y los gobernadores del PJ preferirían sacarlas. Creen que yendo directamente a la general de octubre la economía tendría más tiempo para dar una señal de mejoría y así posicionar al Frente de Todos en una situación de competitividad más favorable.

Claro que en el análisis político entraría también el daño que le podría hacer a Juntos por el Cambio con la suspensión teniendo en cuenta la cantidad de anotados para llegar a la Casa Rosada que ya cuenta la principal fuerza opositora, principalmente del PRO y la UCR. Por eso, se preparan para una nueva batalla en Diputados, donde tienen mayor peso, para rechazar el proyecto de los aliados del Frente de Todos.

ALBERTO DICE, PERO...

En la cumbre de la CELAC-Unión Europea, que se celebra en la CABA, Fernández esquivó ayer ciertas contundencias. No obstante, mandó un mensaje interno respecto a que no impulsará la eliminación de las PASO. “No quiero que en ningún lado no se respete la democracia ni el veredicto popular ni se tergiversen los procesos electorales en marcha”, aseguró. Hubiese sido más claro si decía, por ejemplo: “No quiero que se volteen las Primarias”. Pero se ve que, fiel a su estilo sinuoso, no cierra la puerta a una salida “de consenso” para que si, eventualmente, se suspende el test de agosto no sea leído como una derrota personal.

Un día antes de estos dichos, el miércoles, fue cuando un grupo de diputados nacionales de fuerzas provinciales -aliados del kirchnerismo parlamentario en casi todas las votaciones clave- presentó un proyecto justamente para suspender las Primarias con argumentos varios como, por ejemplo, el costo que insumen.

Pero fue especialmente gráfico sobre las diferencias que hay en el FdT por este tema el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, cercano a Cristina Kirchner. Admitió en declaraciones radiales -siempre al mismo medio amigo que viene entrevistando a la plana mayor kirchnerista- que hay un intento de persuadir al Presidente para que no haya PASO el año próximo.

“La mayoría de los gobernadores y las gobernadoras, e intendentes e intendentas quieren convencerlo a Alberto de la idea que tienen ellos. La discusión que hay sobre las PASO es pública, y el 100% de los gobernadores y las gobernadoras del Frente de Todos se manifestaron a favor de que no haya cuatro elecciones en el año. Así como tenemos el argumento de la guerra y la pandemia. Las discusiones internas se tienen que dar dentro de cada fuerza política, eso las revitalizas y eso es lo que plantea la mayoría, que son los gobernadores, los intendentes, las gobernadoras y las intendentas”, dijo de Pedro, llevando la compulsión a la corrección política con la separación de géneros hasta una reiteración infinita.

EL ROL DE WADO

De Pedro es, en efecto, el enlace entre el Ejecutivo y las provincias. Un cargo clave que no reporta al Presidente sino a Cristina. Esa debe ser una anomalía histórica.

Pero además, acaba de ser postulado por Máximo Kirchner, en el mismo programa de radio en el que habló el ministro, como un presidenciable del peronismo. Sobre este punto, Wado dijo ayer: “Voy a hacer lo que me digan mis compañeros y compañeras”. Y agregó, refiriéndose al hijo de la vice que lo impulsó: “Yo creo que fue una opinión personal de él muy válida porque cada opinión de Máximo vale mucho. Máximo es un analista político, el que más escucho. Tiene una visión, una memoria, inteligencia en el análisis político”. Probablemente en este momento haya una camada de politólogos replanteándose su rol.

Trascendió, por otra parte, que si no se consigue el consenso parlamentario para derogar las PASO se exploraría la idea de llevarlas a septiembre próximo, como para que sólo haya un mes entre éstas y la presidencial.

Fuentes que conocen el paño electoral aseguran que eso podría dificultar que se llegue en tiempo y forma con un correcto escrutinio definitivo de las Primarias, que suele ser engorroso porque se presentan muchas más listas que en las generales. De hecho, las PASO actúan como una suerte de filtro, pesadilla que sufren los partidos más chicos.

BUSCANDO ALIADOS

En su cruzada para volver a ser candidato, el Presidente busca aliados en los movimientos sociales que integran el Gobierno (Movimiento Evita, Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa) y que además cuentan con diputados nacionales que, llegado el caso, podrían votar en contra de bajar las PASO.

Fernández también se vuelca en la CGT, que si bien es crítica del deslucimiento al que ha llegado la figura presidencial no se ve del lado de la vida del kirchnerismo duro. Los gremios parecen creer que respaldar al Presidente les asegurará lugares en las listas legislativas del año que viene. Rechazan el histórico dedo de Cristina para definir las nóminas.

El triunviro cegetista Héctor Daer es el más firme operador de Alberto en el mundillo gremial. Pero ayer sorprendió el camionero Hugo Moyano. “Si el Presidente va por la reelección, yo lo apoyaría”, aseguró en declaraciones radiales. Igual también dijo que le gustaría que estuvieran todos juntos.

No queda claro si Moyano padre, que acaba de cerrar una paritaria de 107% y logró un beneficio por el tema impuesto a las Ganancias en el Presupuesto, está en sintonía con su hijo Pablo, que es un aliado de Máximo Kirchner y el último 17 de octubre adhirió a un documento político -junto con La Cámpora, la CTA y demás grupejos- que es un manifiesto diametralmente opuesto a lo que está haciendo el gobierno nacional.

 

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