En La Plata, millonario y feroz atraco en vísperas de Nochebuena

Una familia vivió el pasado sábado por la madrugada un terrorífico momento en su casa ubicada sobre ruta 36 a la altura del kilómetro 68, Lisandro Olmos, tras ser sorprendida por cuatro ladrones que no escatimaron en violencia física y psicológica para lograr su cometido.

De este modo, una jornada que se perfilaba para convertirse en un momento de comunión familiar se terminó transformando en un día que durante varios años será motivo de amargura y desolación.

Es que la familia fue despojada de los ahorros de toda su vida. Un total de dos millones de pesos quedaron en poder de estos malvivientes, según detalló el damnificado a la policía.

Según fuentes oficiales, la violenta secuencia aconteció alrededor de las 00.30 de la madrugada. El dueño de casa expuso a los uniformados que a esa hora se encontraba descansando junto a los suyos. Pero su sueño se vio interrumpido por una serie de ruidos provenientes del exterior.

Tras esas perturbaciones sonoras, el hombre se levantó de la cama con la intención de salir a ver qué estaba sucediendo en su propiedad pero ni siquiera pudo llegar a la puerta.

Primero se escuchó un fuerte estruendo. Era su puerta que había chocado contra la pared luego de ser abierta de una patada. Pocos segundos después, el propietario quedó cara a cara con cuatro intrusos armados y con el rostro cubierto en el interior de su casa.

Ni tiempo le dieron a los integrantes de esta familia para que pudieran reaccionar y ponerse a resguardo o dar aviso a la Policía.

En base a amenazas e insultos, en pocos minutos los hampones tomaron por completo el control de la vivienda.

Concluida esta etapa, iniciaron la siguiente fase: un feroz interrogatorio cargado de amenazas de muerte contra el dueño de casa. Mientras tanto su familia compuesta por su mujer y sus cuatro hijos fueron retenidos en una de las habitaciones de la morada.

“Entregá la plata si no querés terminar mal”, habrían exigido una y otra vez los ladrones dando por sentado que en el lugar había una fuerte suma de dinero.

Si bien existe la posibilidad de que hayan arribado al lugar con información, todo apunta a que emplearon el mismo artilugio que vienen aplicando desde hace años en este sector contra los productores hortícolas.

El mecanismo requiere que los ladrones insistan y además demuestren estar decididos a hacer cualquier cosa con tal de apoderarse de los ahorros. Después de varios minutos de golpes, insultos y amenazas quienes efectivamente tienen dinero guardado lo terminan entregando.

En esta oportunidad, el amedrentamiento fue tal que muy a su pesar el hombre terminó entregando el dinero que venía acumulando desde hacía un tiempo.

En total, se llevaron dos millones de pesos y un teléfono celular. Por las descripciones que brindaron las víctimas sobre la vestimenta, métodos empleados y el comportamiento de los hampones durante el atraco, para los investigadores todo apunta a que los denominados “polichorros” volvieron a sus andanzas.