Mil veces él: Messi fue otra vez el faro de la ilusión

Otra vez lo hizo. Del mejor se espera siempre algo a su altura. Sus antecedentes así lo requieren. Y si se trata de Lionel Messi, una de las leyendas más grandes que ha tenido este deporte a lo largo de su historia, la expectativa es todavía mayor.

Lo cierto es que en un Mundial y en un cruce de eliminación directa como el de ayer frente a Australia, el capitán de la Selección dijo nuevamente presente.

Sin haber tenido el mejor de los comienzos, abrió un choque que se había presentado con bastante mayor complejidad que el de Polonia, y en el cual la Albiceleste no encontraba los caminos para lastimar. Pero Lionel Scaloni tiene una ventaja por sobre todos los demás entrenadores de Qatar 2022: tiene a Messi entre sus dirigidos. Y eso es muchísimo.

Sin espacios dentro de un fútbol donde la entrega es una requisito y no parece haber resquicios ni tiempo para nada, el “10” argentino se apoyó en Nicolás Otamendi, quien se la devolvió al pie para que el zurdo, como tantas otras veces lo ha hecho, lo abriera para colocar la pelota lo más lejos posible del arquero rival. Inútil la estirada de Mat Ryan, espectador de lujo ante tanta jerarquía.

El gol de Lionel Messi en el primer tiempo, que le dio tranquilidad y seguridad a la selección / AP

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A partir de ese golpe, el primero dado personalmente por Messi en el marco de un cruce de eliminación directa en los mundiales, el rosarino creció de manera sostenida y constante.

Atrás quedaron las imprecisiones de los minutos iniciales contra los oceánicos. El capitán pasó a ser eje absoluto de la Selección, faro de una ilusión que se enciende y que vibra a la par suya. Y en ese juego, es en el que más brilla el actual jugador del Paris Saint Germain.

El segundo tiempo de Messi fue a pedir de las miles de almas que acompañan a la Albiceleste en Medio Oriente y de los millones que apoyan tanto en suelo nacional como en Italia o Bangladesh, argentinos por elección.

Gambetas largas o gambetas cortas. Pelota bajo la suela en todo momento y pases filtrados para dejar en posición de gol a compañeros que lo necesitan y mucho, caso Lautaro Martínez.

“Vamos a tener un cruce de Cuartos muy duro. Creo que va a ser muy difícil porque nos van a querer sacar la pelota”

Lionel Messi,
sobre Países Bajos.

Se lo vio muy activo y con el hambre inusual para una persona que ya ha conseguido todo lo que él tiene. Pero es Messi. Y esa voracidad es una de las características que lo llevó a ser lo que es. Obviamente el inmenso talento que ha mostrado desde el primer momento en que acarició una pelota tampoco se puede dejar de lado.

Es el capitán de la Selección Argentina. El mejor jugador de todos. Y el abanderado de la gran ilusión que tiene el país para lo que muy probablemente sea su última oportunidad en una cita ecuménica, tal cual él mismo se encargara de dejar en claro tiempo atrás.

Lo cierto es que a partir de hacer rutinario lo extraordinario, volvió a marcar el camino para un equipo que ya le apunta a Países Bajos, próximo obstáculo entre Argentina y la Copa.

“A esta altura el Mundial se pone más duro todavía”

Tras el triunfo y el pase a Cuartos, Messi, elegido por la organización como el Mejor Jugador, habló en conferencia de prensa. Muy contento por lo obtenido, el capitán remarcó la alegría del grupo.

“Mucha felicidad por haber cumplido, por dar un paso más hacia el gran objetivo”, comenzó.

En cuanto a lo que fue la preparación para el cruce con Australia y las pocas horas de descanso, destacó: “No tuvimos mucho tiempo de descanso. Estábamos preocupados por eso porque sabíamos que iba a ser un partido muy físico. Pudimos ponernos en ventaja, marcar el segundo y controlar el partido. Ellos nos marcaron y nos complicaron un poco al final, pero esto es un Mundial y es así”, analizó.

Algo que no pasó desapercibido ayer en el Ahmad bin Ali fue el apoyo de la gente, algo que Messi agradeció en conferencia.

“Son sensaciones increíbles. Es una locura compartir un momento de felicidad tan grande con la gente. Sabemos del esfuerzo que hicieron para venir hasta acá. También les agradecemos a los que nos alientan desde nuestro país”.

La pelota, de zurda, ya entró al arco, entre cuatr piernas rivales / AP

En cuanto a su partido número 1000, el rosarino le restó importancia a la cifra. “Me enteré hoy de que era el partido número 1.000. Vivo el momento, disfruto de lo que estamos pasando y estoy feliz por dar un pasito más”, indicó.

Ya sobre el cierre se refirió a Países Bajos, próximo rival de Argentina. “Vamos a tener un cruce muy duro, creo que va a ser muy difícil, nos van a querer sacar la pelota. A esta altura el Mundial se pone más duro todavía”, concluyó.