Pesadilla en Barrio Norte: encierran a una jubilada y se llevan hasta los platos

Armados y a cara semicubierta, al menos dos individuos perpetraron en las últimas horas una entradera en un sector de La Loma que les permitió apoderarse de un sustancioso botín. Según precisaron fuentes policiales a este diario, la irrupción de los delincuentes se produjo pasadas las 14.00 cuando la propietaria, una jubilada de 83 años, se encontraba junto a un albañil encarando algunas refacciones .

A patadas abrieron la puerta de ingreso de la casa ubicada en 36, entre 15 y 16 y se fueron abriendo paso por el interior de la morada con sus armas en la mano y con los rostros semicubiertos con barbijos y gorras.

En ese periplo que llevaban adelante se encontraron con la mujer y el trabajador todavía en shock por el fuerte golpe de la puerta que habían sentido segundos antes y por los amenazantes gritos que lanzaban los ladrones con el objetivo de amedrentar.

Una vez que tomaron contacto con las víctimas, los malvivientes los obligaron a permanecer en una habitación. Allí la mujer fue sometida a un violento interrogatorio. Los delincuentes no escatimaron en gritos, insultos y amenazas con tal de cumplir su objetivo de “ablandar” a la víctima y así conseguir la información sobre la ubicación de sus posesiones.

Fue después de varios minutos de zozobra y nerviosismo que la dueña de casa decidió poner fin a la pesadilla y brindó la información sobre dónde se encontraban sus pertenencias. Así, mientras un ladrón custodiaba al albañil, el otro fue al lugar que había marcado la mujer. El registro de la vivienda les permitió acceder a 80 mil pesos en efectivo, según explicó una fuente policial a este diario.

Tras apoderarse de esta suma, los individuos comenzaron a embolsar los objetos de valor que se encontraban al alcance de la mano. Luego de encerrar a la mujer, los sujetos operaron a sus anchas en el domicilio llevándose del comedor un televisor Led de 32 pulgadas, una radio y un equipo de música. También arrasaron en la cocina. Se apoderaron de los platos y otras piezas de vajilla y de los utensilios. Sin dejar ningún rincón de la casa por registrar, de la habitación tomaron de un reloj de marca Tressa y varias joyas de la propietaria.

Si bien el caso es materia de investigación se presume que pudo haber intervenido un tercer sujeto. Esta conjetura se desprende de la envergadura del botín y de cómo se concretó su traslado. Así se proyecta la participación de un chofer que hizo su entrada en escena cuando el robo estaba consumado.

“No lo tenemos confirmado pero es posible que se llevaran todo en un auto que los estaba esperando en las inmediaciones”, señalaron fuentes calificadas. Por estas horas la policía se encuentra realizando un estudio pormenorizado de cámaras de vigilancia de la zona a fin de establecer la identidad de los delincuentes y los medios que utilizaron para abandonar la escena.

El de la jubilada, no fue el único episodio de inseguridad que se registró en la zona. Según pudo averiguar este diario, ladrones robaron en dos departamentos de un edificio ubicado en 41, entre 16 y 17. Tras forzar la puerta de ingreso al complejo, se dirigieron al primer piso y con hachas tiraron abajo las puertas de las dos viviendas. Según reportaron los vecinos, se llevaron dinero y una consola de videojuegos.