Ahora el combate policial también debe concentrarse contra los “robarruedas”
Edición Impresa | 19 de Febrero de 2022 | 02:27

En estas jornadas se ha puesto en auge en la Ciudad la presencia de los “robarruedas”, con ataques y sustracciones de neumáticos a muchos autos estacionados, en episodios que se registran a toda hora y en distintos sectores del casco urbano y la periferia.
En medio de un panorama de escasez de neumáticos y del muy elevado costo al que se venden los nuevos, los malvivientes han montado rápidamente la “industria” del robo, en tanto que muchos vecinos piden una mayor instalación de cámaras y, como es habitual, más patrullaje policial en las calles, tal como se detalló en la edición de ayer.
Los datos hablan de una sucesión de episodios similares, ante los cuales la Policía debiera actuar con mayor eficacia. En este sentido, siempre se ha señalado que la inseguridad creciente que se vive desde hace muchos años en nuestra zona y en casi todo el país se ha presentado mediante oleadas de modalidades delictivas dominantes.
En esa hilada de delitos que durante un tiempo se ponen de moda, pueden mencionarse el robo de pasacasetes, la piratería del asfalto o las entraderas y salideras bancarias, en las que cada uno de esas figuras delictivas alcanzó grados de repercusión social que obligaron finalmente a las autoridades a combatirlo, en algunos casos con éxito, Esta situación, en forma particularizada, se encuentra planteada ahora con el accionar de los activos “robarruedas”.
Más allá de la anarquía que caracteriza a la acción de los delincuentes –sobre todo en los últimos tiempos, en los que la droga induce muchas veces a desmesuras antes no conocidas-, existe, sin embargo, un mínimo de congruencia a partir de la reiteración de determinados tipos de delitos. La fuerza policial debiera aprovechar estas “oleadas” preferenciales y, de ese modo, sumar indicios que permitan una mayor prevención.
En tanto que algunos especialistas en seguridad ofrecen sugerencias como, por ejemplo, la de estacionar los autos casi “apretados” al cordón. Se sabe que en este delito, los ladrones suelen elegir como blanco a las ruedas que están contra las veredas, en primer lugar porque es más peligroso hacerlo sobre las que están del lado de la calle y segundo porque es menos visible el lateral de la vereda. Al apretar el vehículo contra el cordón, se dificulta y mucho la maniobra de retiro del neumático, según sugirieron.
Debe insistirse en que los operativos policiales de contralor callejero sirven y mucho. Sirven para detectar y evitar así, en forma temprana, muchos delitos. A su vez, una mínima inteligencia policial desplegada en la vía pública también puede ser conducente para frenar el auge, en este caso, de los “robarruedas”.
Cuando la Policía lo quiere y se decide a actuar, la ola de delitos se mitiga. Es una realidad ya probada. Sólo hace falta que la fuerza empiece a demostrarlo no sólo en este delito, sino a través de una política integral de vigilancia que no deje dudas acerca de la intención de hacer descender en forma ostensible los altos niveles de inseguridad reinantes en nuestra región.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE