Civiles ucranianos en una guerra “no convencional”

La determinación con la que los civiles ucranianos han decidido resistir la invasión rusa ya se ha ganado el respeto y el apoyo del mundo. La Defensa Territorial de Ucrania, que se cree que tiene más de 130.000 voluntarios, ha estado realizando sesiones de entrenamiento de fin de semana durante meses en preparación para ayudar a proteger esas tierras de Rusia. Ahora que ha comenzado el ataque, los ucranianos de todo el país se están movilizando y recurriendo a la Defensa Territorial, que los arma y los envía a la lucha. Cualquier persona entre 18 y 60 años puede unirse.

Ya es habitual ver a los hombres de escritorio con fusiles, listos para responder y defender a su país. “Algunos cambiaron sus bolígrafos y teclados por armas”, señala un parlamentario ucraniano, que ahora forma parte de estos grupos armados.

Hasta las maestras reciben cursos sobre cómo armar bombas Molotov. Es el tipo de insurgencia civil con la que Ucrania cuenta para ayudar a defenderse del Ejército ruso que tiene significativamente más mano de obra y potencia de fuego. El presidente Volodimir Zelenski tuiteó el jueves pasado: “Le daremos armas a cualquiera que quiera defender el país. Prepárense para apoyar a Ucrania en las plazas de nuestras ciudades”.

Y los ucranianos están dispuestos a todo para resistir y complicarle el escenario a las tropas rusas. La semana pasada, un insólito hecho quedó filmado y muestra a un grupo de campesinos ucranianos robando un tanque ruso, al que se llevan con un tractor.

El hecho ocurrió en la región de Hersonissos en momentos en que el poderoso vehículo de las tropas de Rusia no se encontraba bien vigilado por sus soldados. Una vez que se conocieron las imágenes y se publicaron en las redes sociales se volvieron virales y despertaron admiración.

Mientras, se han registrado otros casos de campesinos que están haciendo una “colección” de vehículos -muchos de ellos abandonados tras quedarse sin combustible, una falla logística del país invasor- y armas rusas. En las redes sociales suelen subir videos y fotos dando cuenta de estas situaciones, donde muestran también cómo recuperan municiones de soldados rusos muertos, o en qué lugar de los tanques hay que arrojar bombas Molotov para causarles daño e inutilizarlos, o al menos impedirles seguir avanzando.

También hay civiles que apelan a lo que sea como bicicletas o botellas de cerveza transformadas en bombas incendiarias para frenar a los invasores. Un video dramático filmado en Bakhmach (a unos 150 km al noreste de Kiev) muestra a un grupo de civiles que intentan detener el avance de los tanques rusos parándose o arrodillándose frente a ellos o lanzando sus bicicletas debajo de las orugas.

Asimismo Zelenski llamó a través de la página web de la Presidencia, a personas de todo el mundo para que se unan a luchar en la guerra contra Rusia. Los voluntarios interesados deben contactar al responsable de Defensa de la Embajada de Ucrania en su país, según indican las instrucciones del Gobierno de Zelenski. Esta petición no tiene precedentes en la era moderna pero recuerda a la brigadas internacionales que se involucraron en la Guerra Civil española en los años 30 del siglo XX.

MAGNATES EN LA MIRA

Además, se ha revelado la ubicación exacta de algunos de los yates y aviones que son propiedad de magnates rusos, en medio de las sanciones impuestas a su país por atacar Ucrania, para que puedan ser blanco de la resistencia. Cabe indicar que la Comisión Europea ordenó “paralizar los activos del banco central ruso” en la Unión Europea (UE), para que Moscú no pueda financiar con ellos la invasión de Ucrania. Y los oligarcas rusos relacionados con el gobierno de Putin ya no podrán usar las “visas de inversión”, también llamados “pasaportes dorados”, que permiten obtener la nacionalidad en algunos países europeos a cambio de inversiones millonarias. Además se informó que “perseguirán” a los “yates, jets, autos lujosos y casas de lujo” de los oligarcas rusos.

Hasta las maestras reciben instructivos sobre cómo armar bombas Molotov para resistir a Rusia

Lo cierto es que en ese marco el recorrido de las grandes embarcaciones de lujo fueron dadas a conocer por el usuario de Twitter Scott Bixby, quien exhibe donde permanecen anclados o si están en trayectoria. Por ejemplo, recientemente difundió el caso de Eclipse, que asegura es propiedad de Roman Abramovich, un barco de 163 metros de largo con dos helipuertos, actualmente anclado en la costa de Sint Maarten en los Países Bajos. Abramovich se convirtió en uno de los hombres más ricos de Rusia sobre las ruinas de la antigua Unión Soviética (URSS) y es el dueño del Chelsea, vigente campeón del fútbol europeo, pero cedió el sábado la gestión del club, en mitad de la tormenta por sus lazos con el Kremlin.

Este millonario de 55 años, con reputación de tímido, tomó ciertas distancias con el club de fútbol que posee desde 2003, en un momento en el que el Reino Unido acentúa la presión sobre los oligarcas rusos tras la invasión de Ucrania.

En el caso de los jets, en la cuenta @RUOligarchJets se exhiben a personajes y las matrículas de sus aeronaves como por ejemplo de Vladimir Potanin (dueño de Oneximbank y del complejo minero de níquel de la ciudad de Norilsk).