El bidet, una costumbre bien argentina y que nos diferencia con el mundo
| 24 de Marzo de 2022 | 16:00

Si hablamos de costumbres/ hábitos/ estilos que definen el sentimiento de argentinidad se puede mencionar las charlas con mate, al asado, el vino; o rituales como el fútbol con amigos. Ahora bien, ¿por qué los argentinos aman con fervor el bidet, esa ducha equívocamente ubicada? Es que desde hace años hay una particularidad que nos diferencia de la gran mayoría de los países, es que acá usamos bidet, siempre.
Días atrás se hizo viral una noticia en donde una pareja de influencers -Agostina Gil Farina y Leandro Chavarría- descubrió que en Italia no se usa el bidet, algo que plantearon como un gran problema al cual se enfrentan muchos argentinos cuando viajan al exterior.
Es por eso que encontraron un insólito reemplazo: se trata de un producto portátil que cumple con la misma función de limpieza y consta de un rociador sumergible, una válvula de aire y una manguera extensible que termina en una boquilla de pulverización por donde expulsa el agua.
Actualmente, en la Argentina, el valor simbólico pasó a segundo plano y el bidet se tornó un elemento tan importante y de tanto uso como el inodoro, infaltable en la mayoría de los baños. Sin embargo, hay países en los que su uso es poco común y eso desconcierta a los viajeros que lo tienen tan internalizado.
El bidet, creado para lavarse después de tener relaciones sexuales y para los puritanos, usarlo era inmoral
Algunas teorías aseguran que fueron los caballeros de las Cruzadas los que inventaron el bidet, cuando regresaron de Jerusalén. Y que lo hicieron para lavarse los genitales antes y después de tener relaciones sexuales.
Sin embargo, la versión más generalizada afirma que el bidet fue creado en Francia, en el siglo XVIII, donde las mujeres de la nobleza lo usaban, también, para higienizar sus partes íntimas.
Tal es así que la palabra "bidet" es de origen francés y significa caballo pequeño, porque para usarlo hay que montarse sobre el sanitario. Aunque al artefacto también solían llamarlo "Le confident des dames" o "el confidente de las damas".
Según cuenta Jorge Tartarini, el director del Museo del Agua y de la Historia Sanitaria de AySA, para fines de la Segunda Guerra Mundial fue considerado un elemento clave para la salud pública y había uno en cada hogar de Francia.
También afirmaba que eran pocos quienes efectivamente lo utilizaban porque el catolicismo lo desaconsejaba. Porque, según San Francisco de Asís, había que estar sucios para tener "una idea del olor del infierno".
¿Cómo llegó el bidet a la Argentina?
"Hacia 1880, cuando París era la meca cultural de los argentinos, los que iban a París lo conocieron y se enamoraron. Fueron ellos los que lo trajeron. Así fue que se convirtió en el cuarto artefacto imprescindible en cada baño. En Francia el bidet dejó de usarse, pero acá lo seguimos utilizando como el primer día", sostuvo Tartarini, que asegura que los extranjeros que visitan el Museo del Agua siempre preguntan qué les pasa a los argentinos con el bidet, un artilugio ya desaparecido en sus países.
Y, como toda adopción implica modificación y adaptación, aquí llegó con una sutil variante: los argentinos le dan la espalda a las canillas cuando el uso original era de frente a ellas y a la pared (lo que incluso justifica su nombre bidet = pony o caballo pequeño; a este sanitario se lo jineteaba en Europa).
"La posición que elegimos nos lleva a increíbles contorsiones para regular la potencia de los chorros de agua y la relación entre el agua fría y la caliente", agrega.
Demolition Man, la película que protagoniza Sylvester Stallone en 1993 y que bautizó al bidet como " tres conchas marinas"
Uno de los mayores misterios del cine es el uso de las "tres conchas marinas" en Demolition Man, un clásico del celuloide que fue estrenado en el año 1993. Daniel Waters, guionista del filme, develó hace unos años cuál fue el origen de su presencia.
En la cinta, todo el mundo, Sandra Bullock a la cabeza, se reía de Sylvester Stallone por pedir papel higiénico tras hacer sus necesidades, ya que este medio tan común en nuestros tiempos no se utiliza en el futuro de la película, sino tres conchas. Pero nadie explicó cómo limpiar aquello con dicho elemento.
Acerca de la teoría de la utilización de las "conchas" para la higiene personal en la película, Sandra Bullock y Sylvester Stallone afirmaron en varias entrevistas que las dos primeras conchas servían para 'sacar el material de nuestro cuerpo', mientras que la tercera se utilizaba para echarle agua a modo de recipiente para dejar la vía de escape lo más limpia posible.
Si algo faltaba, también se los roban...
Hace unos días en Gualeguaychú un hombre fue detenido al ser visto al observar transportando un bidet y otros elementos de grifería en plena vía pública. Al percatarse de la presencia de los oficiales, intentó darse a la fuga. El mismo fue inmediatamente aprehendido, tratándose de un hombre de 34 años de edad.
Japón, la meca para los adoradores del bidet
En Japón, el baño tiene diferentes funciones, prácticamente equivalente a la de un teléfono inteligente. El inodoro es un dispositivo funcional con características adicionales.
Estas características pueden incluir asientos con calefacción, bidets incorporados y audio diseñado para proteger su modestia. Los inodoros más elegantes pueden incluso descargar y limpiarse solos.
El término técnico para este tipo de inodoro es "inodoro inteligente", ya que incorpora características electrónicas para aumentar la funcionalidad del inodoro y la experiencia del usuario. Los inodoros se originaron y se usan más ampliamente en Japón; de ahí que el nombre "inodoro japonés" se convierta en la forma más común de referirse a uno.
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