Cuáles son los tres mayores arrepentimientos que tiene la gente en el tramo final de la vida

Una ex monja budista cuenta su experiencia acompañando durante más de 10 años a personas en sus últimos días

Los más de 10 años trabajando como capellán del hospicio interreligioso del Torrance Memorial Medical Center en el área de South Bay de Los Angeles la han llevado a escuchar todo tipo de arrepentimientos de aquellas personas a las que les queda poco tiempo de vida. Y lo saben.

Ex monja budista, Tenzin Kiyosaki atiende las necesidades espirituales y emocionales de quienes transitan sus últimos días escuchando sus preocupaciones.

Eso le permitió recabar información que publica en su reciente libro "Los tres arrepentimientos: historias inspiradoras y consejos prácticos para el amor y el perdón al final de la vida", en los que, precisamente, enumera cuáles son los tres arrepentimientos que más escuchó y da consejos para no llegar a esa instancia, ya que la muerte no es exclusiva de las personas mayores.

* No viví mi vida de sueños. Para alguno pudo ser viajar por el mundo y nunca haberlo realizado. Para otros es plantearse "qué pasaría sí" animarse a realizar un negocio, probar trabajar en el extranjero o mudarse a otra ciudad. Kiyosaki instó a mirar hacia adentro y examinar si se están descuidando o postergando los sueños y, en caso de ser así, dar la vuelta e ir por ellos cuando todavía no es tarde.

* No compartí mi amor. No decir a los seres queridos lo que tenían para decir o no haber podido compartir lo que pasaba en sus corazones muchos lo viven como una frustración.

"Siento que es importante que las personas vean que no tienen que vivir toda su vida de esta manera", sostuvo la autora, y aconsejó "no desvanecerse de la vida sin decir lo que tienes que decir", buscando y encontrando las "formas de decir ´te amo´ y expresar tu amor todos los días".

* No perdoné. Es, tal vez, el mayor arrepentimiento que se ve entre las personas en el último tramo de sus vidas. Heridas todavía que duelen o pendientes de salir a la superficie. "Aferrarse a la ira es como agarrar un carbón caliente con la intención de arrojárselo a otra persona: tú son los que se queman", escribe Kiyosaki, citando a Buda, y recomienda imaginar que te queda un año de vida: ¿A quién llamarías? ¿Qué harías y dirías para estar en paz? Y hacerlo.

"Si simplemente eliminas los arrepentimientos, tienes un corazón mucho más abierto y receptivo al mundo", sostiene Kiyosaki. "Démoste la vuelta y disfrutemos de nuestras vidas porque son impermanentes: todos vamos a enfrentar el final de la vida", agrega.

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