Una victoria clave en la pugna entre Kiev y Moscú
Edición Impresa | 22 de Abril de 2022 | 03:05

La ciudad ucraniana de Mariúpol, cuya toma por el Ejército ruso fue anunciada ayer tras varias semanas de brutal asedio, estaba marcada en rojo por los generales rusos en sus planes de conquista del Donbás desde antes del inicio de la actual campaña militar en Ucrania por su importancia estratégica.
Con casi medio millón de habitantes, el principal puerto en el mar de Azov ya se convirtió en 2014 en símbolo de la resistencia al avance prorruso, que soportó en los últimos dos meses un asedio militar indiscriminado que la destruyó casi en su totalidad.
Según el Ayuntamiento, varios miles de personas murieron en el sitio de la ciudad, donde aún estarían unas 100 mil personas.
El Ejército ruso habría eliminado a más de 4.000 defensores en la batalla de Mariúpol, a lo que hay que sumar a los casi 1.500 soldados que se rindieron.
En las “catacumbas” de la acería Azovstal aún resisten miles de combatientes ucranianos que se niegan a rendirse. Según Moscú, unos dos mil soldados ucranianos, incluidos 500 heridos, resistirían en condiciones inhumanas y con escasas chances de comunicarse con sus superiores.
También los acompañarían un millar de civiles, de acuerdo con Kiev, motivo por el que los atrincherados se dirigieron al papa Francisco en un grito de auxilio.
EL BATALLÓN AZOV
Hace ocho años, en esa ciudad se formó el Batallón Azov, la agrupación ultranacionalista ucraniana más odiada por la máquina de propaganda rusa. y que tiene unos 8.000 efectivos según Moscú. La “desnazificación”, uno de los argumentos esgrimidos por Putin para invadir el país vecino, tenía por objetivo, entre otros, a los miembros de dicho grupo.
El bombardeo de una maternidad y del teatro de Mariúpol, en cuyo sótano había unas 1.500 personas, demostraría la desesperación rusa, aunque Moscú acusó al batallón Azov de volar el edificio. Eso explicaría la saña del Ejército ruso con este puerto, cuyo control permitirá a Moscú centrarse ahora en lograr el dominio de toda la región de Donetsk.
Mariúpol es un punto clave para tender un corredor terrestre entre Rusia y la anexionada península ucraniana de Crimea. Desde ahora, Ucrania perdió la salida al Azov, que Rusia quiere convertir en un mar interior desde que se quedó con Crimea en 2014. Esto amenaza con bloquear el comercio de mercancías de Ucrania, que tendría que reemplazarlo por el puerto de Odesa en el mar Negro. (EFE)
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