Nico Ali Walsh, en el nombre del abuelo

Como no podía ser de otra manera, Nico Ali Walsh nació y creció dentro del ambiente del boxeo, pero tardó en abrazarlo. Su abuelo, Muhammad Ali (Cassius Marcellus Clay Jr.) fue uno de los púgiles más grandes de la historia del deporte de los guantes.

Muhammad Ali tuvo diez hijos: Maryum, Jamillah, Rasheda, Muhammad Ali Jr, Hana, Laila, Asaad Amin, Miya, Khaliah, Kiiursten. Laila fue la única que siguió los pasos de su padre. Se consagró campeona mundial en mediopesado y supermediano y en el momento del retiro (la última pelea fue el 3 de febrero de 2007) ostentaba un récord de 24 peleas, todas ganas (21 por nocaut).

Con el despedida de Laila se pensó que la “dinastía” Ali había concluido. Aunque de repente, sin que nadie lo esperara, apareció en escena una figura espigada (1,83 metros), de andar familiar, con la guardia en alto y una potente derecha: Nico Ali Walsh.

Nació el 11 de agosto de 2000, en Chicago. Su madre es Rasheda y su padre Bob Walsh, un sargento retirado del cuerpo de Marines de Estados Unidos. Vivía con su abuelo, quien murió el 3 de junio de 2016 y a pesar que tenía el ADN boxístico en su cuerpo, Nico tardó en “aceptarlo”.

Si bien empezó a boxear a los 11 años, nunca fue su objetivo dedicarse profesionalmente. Aunque tuvo una buena carrera en el campo amateur con 30 peleas, el boxeo rentado no era lo que buscaba. Una vez que se recibió en el área de Negocios en la Universidad de Nevada, el boxeo le “explotó” definitivamente en las venas.

Se encargó de dar los primeros pasos como profesional con el mexicano Abel Sánchez, luego se unió a las filas de Sugar Hill Steward, entrenador de Furia Tyson.

Como si fuese una premonición más que una coincidencia, Nico Ali fue fichado por el legendario promotor Bob Arum, quien acompañó a Muhammad Ali en 27 peleas, incluido el épico combate contra Joe Frazier, en Manila.

Nico Ali Walsh se subió al ring por primera vez como púgil profesional, el 14 de agosto de 2021, en Oklahoma. En esa ocasión noqueó a Jordan Weeks en cuatro asaltos. Pero como todo lo que rodea a la familia Ali, el debut fue especial. Nico no consiguió a tiempo los pantalones con los que iba a pelear, así que tuvo que sacar un precioso tesoro familiar: uno que había usado su abuelo y que había heredado de él.

Ali continuó su carrera al vencer antes del límite a James Westley en Atlanta; derrotó por puntos a Reyes Sánchez y batió a Jeremiah Yeager, en Oklahoma.

Ali Walsh llegó con la aurora de ser nieto de Muhammad Ali a luminosa ciudad de Las Vegas. Tenía todos los ojos del mundo depositados sobre él en uno de los combates de la velada, que se llevó a cabo en el MGM Grand Garden a fines del mes pasado frente al estadounidense Alejandro Ibarra por la categoría de los medianos.

En la arena se volvió a escuchar el grito de “Ali, Ali, Ali...” Y Nico no decepcionó, ya que a falta de 15 segundos para cerrar el primer asalto de la pelea, pactada a cinco, mandó a la lona a Ibarra con un fortísimo derechazo.

No se sabe que le depara en el futuro a Nico Ali Walsh. ¿Podrá llegara a ser campeón del mundo? Pero lo cierto es que su sangre lleva la “realeza” boxística como la de su abuelo, Muhamad Ali.