Femicidio anunciado: la historia detrás de la mujer que mataron a golpes y buscan a su expareja

La conmoción y el espanto se apoderaron ayer de un sector del Barrio Jardín a causa de un brutal asesinato, que tuvo como víctima a una mujer de 56 años, identificada por la Policía como Patricia Alejandra Aybar, quien fue ultimada a golpes dentro de su propia vivienda.

Según pudo averiguar este diario, el hecho tuvo lugar alrededor de las cuatro de la tarde, en un departamento del primer piso de un edificio ubicado en 80 entre 118 y 118 bis.

Al cierre de esta edición, la ex pareja de la víctima, un hombre de 59 años, apodado “el Puma” y, cuyas iniciales son J. L. R., era intensamente buscado por los investigadores, ya que está apuntado de ser el principal sospechoso del femicidio.

Según declaraciones de testigos, cuando el sol aún bañaba las calles del barrio, vieron salir a toda prisa a un hombre del edificio.

“Su semblante era el de una persona perturbada y nerviosa. Se subió a un auto blanco y salió arando el asfalto”, indicó un vecino aún en shock por lo sucedido.

Haber presenciado el instante en el que el acusado abandonaba la escena, no se trató de una mera casualidad. Minutos después de las tres de la tarde, una serie de gritos y sollozos comenzaron a retumbar en la cuadra.

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Patricia Aybar, la víctima

Fueron varias las personas que se asomaron a través de sus ventanas para confirmar las sospechas. Nuevamente, la pareja había incurrido en una fuerte discusión.

Si bien muchos avizoraban una tragedia, nadie se imaginaba que aquel presentimiento se terminaría concretando esa misma tarde.

Sin pensarlo, varios frentistas se terminaron convirtiendo en testigos del macabro crimen.

Según precisaron fuentes policiales, en base a los elementos hallados en la finca, se sabe que la víctima fue atacada en el sector de la cocina.

El sospechoso del crimen

En tanto, si bien aún resta conocerse los resultados de la operación de autopsia que se realizará en las próximas horas, los investigadores señalan que la mujer fue asesinada tras ser sometida a una brutal golpiza.

“En principio, no se observaron lesiones compatibles con el uso de arma de fuego, arma blanca o algún elemento contundente. La molió a golpes”, deslizó una fuente consultada.

Los mismos informantes detallaron sobre la escena que a tal punto llegó la ferocidad del ataque que “había sangre por todos lados”.

Aún se desconoce cómo fue que la hija arribó al lugar. Hay quienes sostienen que una vecina le avisó sobre este nuevo hecho de violencia y de la magnitud de los ruidos.

Lo concreto es que la joven fue la primera persona que se topó con la macabra escena. Al ingresar a la vivienda, encontró a su mamá, que tenía un taller de costura, “tendida en el suelo, inconsciente y con una herida sangrante en la cabeza”.

De forma inmediata llamó al 911 y efectivos de la comisaría decimosexta acudieron al lugar para investigar lo ocurrido.

“La hija aseguró que, al llegar a la casa de su madre la puerta principal se encontraba abierta”, explicaron. Indicó además a las autoridades que su madre se había separado del acusado por sufrir reiterados casos de violencia de género.

Sobre el paradero del sospechoso, la Policía sigue un periplo trazado en base a la información aportada por el Centro de Monitoreo de la Municipalidad de La Plata.

Según indicaron, pasadas las 15 horas, a través de las cámaras de seguridad se pudo detectar en las zonas de Diagonal 620 y 80; 117 y 80 y 120 y 75 a un vehículo Peugeot 308 en un claro intento de fuga.

UN FINAL ANUNCIADO

Desde hacía un largo tiempo, en la zona daban por descontado que esta “relación tormentosa” no podría tener un final feliz.

Es que, según señalaron vecinos linderos que dialogaron con este diario y que pidieron mantener su identidad a resguardo, las discusiones “en un tono muy dramático” eran recurrentes.

Al principio se trataba de cruces en tono elevado. Pero con el correr de los años, escuchar insultos y gritos provenientes del departamento ubicado justo arriba de dos locales comerciales, se volvió moneda corriente en la cuadra.

Los repetidos episodios de violencia terminaron encauzando a la pareja al único destino posible: su separación. Pero, a decir de los vecinos, pese a la ruptura, el sospechado de haber cometido el crimen continuó frecuentando la vivienda de Aybar con una fuerte asiduidad y las peleas se volvieron más violentas.

“Era común verlo en el barrio. Pese a que vivían hacía poco tiempo en la zona, es decir, no era vecino de toda la vida como muchos de nosotros, su presencia no pasaba desapercibida. En la retina de muchos había quedado grabado su rostro por una serie de graves episodios de violencia que había protagonizado”, indicó un frentista al recordar el comportamiento de “el Puma”.

“Una vez le pegó a un hombre porque había estacionado su auto en el frente del edificio. Sospechamos que debe haber creído que era un amigo de su mujer. Sino, no se explica tanta saña. Pero el episodio que más se recuerda en la cuadra es la feroz golpiza que le propinó a un comerciante de la cuadra. Lo mandó al hospital”, comentó el mismo vecino al referirse al sospechoso que, según pudo averiguar este diario, se dedicaba a realizar trabajos de pintura y durante su juventud militó en el club Villa San Carlos de Berisso como futbolista.

La causa fue caratulada como “homicidio agravado -femicidio-” y quedó en poder de la UFI N° 1 del Departamento Judicial de La Plata, a cargo de Cecilia Corfield. Se trata del crimen número 12 y, al mismo tiempo, el tercer femicidio que se comete en lo que va del año en la Región.