El camino en solitario

Santiago Motorizado lleva años paseándose por los escenarios en plan solista, en los impasses de las giras de El Mató, pero la decisión de la banda de no volver al vivo hasta que las condiciones estuvieran dadas, sumada a la edición de las canciones que escribió como solista para “Okupas”, “hizo que tocara más”, reconoce. “Y que se subiera un poco la apuesta”.

“Antes salía a tocar sin nada que presentar. Había algunas canciones en YouTube que eran unas maquetas, que siguen ahí, que algunos conocían”, recuerda; pero con la publicación de “Canciones sobre una casa, cuatro amigos y un perro” “todo se volvió más intenso”.

Lo que más contento pone a Barrionuevo es que “con este disco el proyecto quedó bien diferenciado de El Mató”: como solista “puedo irme por cualquier lado, como hacer cumbia”, y el álbum así lo refleja, con sonidos pop, algún aroma a Sandro y otras exploraciones alejadas de las guitarras heroicas de El Mató.

Incluso, hay folclore, una zamba, “Un día no vas a estar”, que canta con su padre Felipe, con coros de su hermano Facundo. “Era algo que quería hacer: yo tenía el sueño de que mi viejo cante una canción, pero quería que le guste. Ese era el desafío que tenía que sortear: mi viejo es salteño, vino a estudiar a La Plata de joven, y es muy del folclore. Entonces cuando supe que tenía que componer algunas piezas folclóricas para la banda sonora, encajó todo: elegí una zamba, le gustó y pude cumplir ese sueño”.

Pero haber encontrado libertades en el camino solista no implica renegar del grupo y las negociaciones que implica. “Vivimos en un mundo donde cada vez hay menos bandas y más solistas: a la gente le cuesta esa negociación, parece. Y es una lástima, las bandas son algo diferentes, no concibo un mundo sin banda, sin El Mató. Esa negociación que hay que hacer me divierte, incluso después de muchos años, es parte de la diversión, por más que te pelees o salgas triste de alguna que no salió como querías”, reflexiona.

Y cierra: “Son dos experiencias que están buenísimas, en una me voy para cualquier lado… y también me gusta cuando me quiero ir para cualquier lado y en El Mató me dicen ‘¿y esto? y esto otro? ¿y si esto no es tan así?’. Esa mezcla de la cabeza de todos me parece genial”.

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