La revancha del pádel: un revival de los ‘90

“Hay más canchas de paddle que jugadores”. La frase se solía escuchar con frecuencia en las postrimerías de la década de los ‘80 y el inicio de los exuberantes ‘90s, cuando la castellanización “pádel” no era moneda corriente y los espacios para jugar ese deporte eran como bares: puntos de encuentro de amigos, mini clubes, gimnasios, lugares para socializar y dejarse ver. La burbuja se fue desinflando, y el milenio la encontró con escasos entusiastas y aún menos courts; fueron demolidos o reciclados para fútbol 5, estacionamientos y proyectos inmobiliarios. Ahora, como en un ciclo virtuoso del “huevo y la gallina”, jugadores y canchas regresan con todo, retroalimentándose. Es un fenómeno que se da en muchos países europeos y latinoamericanos, al que el nuestro no está ajeno. Y La Plata tiene grandes jugadores, que compiten en el plano internacional, incluso integrando los Top 10 globales. Y en cada barrio ya hay un lugar para poder “paletear”.

Eso sí, las pistas ya no son lo que eran, esos grandes cajones de cemento con piso duro. Las contemporáneas son vidriadas con blíndex, y con césped sintético o alfombras. Unas joyitas. Y a ellas se acercan hombres y mujeres; chicos y grandes; profesionales y amateurs. Hay un boom del pádel, como de tantas otras actividades físicas. “Bastante influyó la pandemia”, dicen los expertos: “ahora todos se han volcado más a hacer una actividad física, a vivir una vida más saludable. Y este es un deporte que no tiene demasiada dificultad para hacerlo de forma recreativa e invita a juntarse con amigos semanalmente. Se disfruta mucho de ambas cosas”.

La Plata tiene grandes jugadores, que compiten en el plano internacional, incluso en el Top 10

“Yo nunca dejé de jugarlo. Desde mi adolescencia voy a la misma cancha en Los Hornos, y es mi día de encuentro con mis amigos del secundario. Los jueves son de pádel desde hace más de 25 años”, cuenta Roberto (42), empleado de una casa de electrodomésticos, quien además se enorgullece al afirmar que “ahora les estoy enseñando a mis nenas, Clara y María Inés, de 10 años. Les encanta y jugamos juntos”.

El pádel siempre ha sido un deporte social, familiar. Pero en nuestra ciudad hay también hay un gran nivel competitivo y una academia internacional, donde aprender y proyectarse profesionalmente. Es realmente un semillero desde el que han salido jugadores que hoy están en muy altos lugares del podio mundial. Y donde se sigue enseñando a niños desde los 9 años.

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El pádel volvió estar de moda, y hoy en Brasil se abren decenas de canchas semanalmente; lo mismo en Chile o en Europa, donde el mismísimo Rafa Nadal posee canchas propias. Una verdadera explosión.

Cada vez más jóvenes se acercan a practicar pádel

UN DEPORTE VETERANO

Cuenta la historia que el pádel nació en Acapulco, México, en 1969, cuando Enrique Corcuera adaptó un sector de su finca, de 20 metros por 10, colocando paredes en los fondos y laterales, en principio para que la vegetación no invadiera su pista. Se jugaba con paletas de madera y recibió el nombre de Paddle-Tenis.

Unos años más tarde, en 1974, Alfonso de Hohenlohe viajó a México invitado por su amigo Enrique. Durante su estancia se interesó por la práctica de ese deporte recién creado y su entusiasmo por difundirlo no se hizo esperar. A su vuelta a España, tras analizar y perfeccionar algunos detalles, construyó las dos primeras pistas en el Marbella Club. Así, la historia del pádel fue dando sus primeros pasos.

“Martín tiene 25 años y vino a la academia con 13, 14 años. Llegó a ser Nº 1 del mundo”

El éxito que cosechó en poco tiempo esta nueva modalidad deportiva atrajo a figuras destacadas del tenis como Manolo Santana. El ganador de Wimbledon empezó a organizar torneos y expandir el pádel por toda la Costa del Sol, donde varios clubes empezaron a construir sus propias pistas. En 1975, un amigo argentino de Hohenlohe decidió importar el deporte a su país tras ser testigo directo de su éxito. Y en nuestras costas no sólo prendió, sino que se convirtió en el segundo deporte más practicado.

Ilustres como Horacio Álvarez Clementi, Cacho Nicastro y Diógenes de Urquiza fueron “próceres” y pioneros. Y en 1991 se constituyó en Madrid la Federación Internacional de Pádel, con un español, Julio Alegría Artiach, como presidente. Fue quien se encargó de crear un circuito internacional y concretar un reglamento a nivel mundial.

En 1993, el pádel se consolidó como modalidad deportiva tras obtener el reconocimiento del Consejo Superior de Deportes. Además, se ha extendido a otros países de América como Argentina, Brasil, Uruguay, Chile y Paraguay. Y ya se juega en Suecia, Reino Unido, Francia, Alemania… Se han ido conformando distintas federaciones en esos países, logrando un gran éxito en cuanto al número de afiliados y la construcción de instalaciones. España, en este sentido, es reconocida como la impulsora del pádel en Europa.

Cada profesor tiene varios alumnos, de todas las edades

“Yo jugué al tenis durante 15 años y luego empecé con el pádel. Viví el boom y ahora estoy feliz por este nuevo auge que está teniendo el deporte desde hace varios años”. El que habla es Lucas Romano (45), quien en la actualidad es manager y colaborador deportivo de una reconocida academia local, que tiene sedes en La Plata y en Italia. Sebastián Mocoroa es entrenador del seleccionado nacional argentino. Si entramos a sus redes sociales podemos ver la leyenda “Campeones del mundo”, que exhiben con orgullo, por ser uno los espacios de formación de deportistas más importantes a nivel mundial. La dirige él mismo, ex jugador profesional de este deporte. Y su embajador es Martín Di Nenno, un joven deportista que ostenta medallas y copas de numerosas competencias internacionales, además de una historia de vida conmovedora.

“Martín tiene 25 años y vino a la academia con 13, 14 años. Llegó a ser Nº1 del mundo. Luego tuvo un accidente muy grave que lo alejó del deporte. Lo recuerdo venir en silla de ruedas y me conmuevo. Sin embargo, se pudo recuperar y hoy es un referente mundial. Ahora está viviendo en Madrid, pero es nuestro. Es nuestro embajador”, cuenta Lucas con gran emoción y orgullo.

Los entrenamientos no se basan solamente en jugar partidos

DESDE CHIQUITOS

Hoy en día, en el mundo del pádel hay muchos chicos. Se inician a los 8/9 años, en la “escuelita”. Luego, como en todo deporte, algunos empiezan a competir y tomárselo más profesionalmente.

Nuestro país ha cosechado excelentes profesionales. Además de Di Nenno, podemos mencionar a Francos Stupasuk, yain Megatti, Federico Chiostri, Gonzalo Alfonso, Maximiliano López Blanco; varios de nuestra ciudad y todos integrantes de los mejores rankings internacionales. “Rama Velázques, de La Plata, tiene 17 años y es una gran promesa a nivel internacional. Está entre los mejores del país en su categoría”.

La Asociación Argentina de Pádel es la organizadora de los torneos nacionales junto con la AJPP y es la que nuclea a los jugadores que participan en el Mundial de Pádel (el año pasado se llevó a cabo en Qatar). “También hay muchas mujeres compitiendo; tenemos a la Nº 1 de Argentina, Silvana Campus”, dice Romano, que no para de enorgullecerse con cada relato.

“Empecé a jugar al pádel a los 13 años, en mi infancia siempre de chicos en mi casa nos llevaron a hacer deporte. Hice danzas clásicas y después jugué al básquet en una sociedad de fomento cerca de mi barrio en Quilmes, en la época de los `90 que fue el furor del pádel mi hermano empezó a jugar y él fue el que me llevó a practicar este deporte”, dice Silvana.

“Jugué mi primer torneo en 6ta, que era la categoría más baja y desde ahí empecé a entrenar y querer llegar a competir en niveles más altos. A los 20 años jugué mi primer torneo en profesionales y a los 23 fui número 1 de Argentina. Me convocaron en el 2004 mi primer mundial con la Selección y desde ese año hasta la fecha soy integrante de la misma, gané 5 mundiales, 2 sudamericanos, gané los últimos 16 máster argentinos, y más de 60 etapas profesionales, hace 10 años estoy número 1 en Argentina”, detalla la deportista de 42 años.

¿Por qué el pádel es furor? “Yo viví el boom, la recaída y el nuevo auge. Y hoy estoy viendo que el pádel es el futuro. Hay muchos chicos jugándolo y disfrutándolo. En lo personal creo que es porque es un deporte fácil para los amateurs –para jugar al tenis tenés que ser bueno, sino no podés jugar, por ejemplo- y además es muy social. Se arman torneos, invita a las juntadas. La gente se apasiona con el pádel”, dice Romano, que tiene de cooequiper de la academia de Lucas Pazos, coordinador general de la entidad. Javier Blanco es el preparador físico de la academia y también del seleccionado nacional.

En La Plata, la academia tiene su sede en Estación Norte, 6 y 510.

“En el mundo del pádel hay muchos chicos. Se inician a los 8 ó 9 años, en la `escuelita´”

Lo destacable, es que en nuestra ciudad no paran de abrirse canchas y complejos para practicar este deporte. Esto es un efecto rebote de lo que está pasando a nivel mundial: en México se hicieron el año pasado 1.200 canchas. En Suecia 700 canchas, en Paraguay 380 en Chile 70, en Alemania 60, en Francia 500 y en Italia 400.

Se trata de canchas modernas de blindex y césped que desterraron los miedos a las lesiones. Las pelotas actuales hacen más fácil el juego. Y lo que también juega: la necesidad de hacer deporte luego de muchos meses de encierro por la pandemia.

Silvana Campus es la número 1 de Argentina en pádel femenino