EE UU y el aumento de la inflación
Edición Impresa | 11 de Junio de 2022 | 03:36

Christopher Rugaber
La inflación en Estados Unidos alcanzó su nivel más alto en 40 años, luego de que los precios de los combustibles, los alimentos y otros productos básicos aumentaron en mayo.
Los precios al consumidor aumentaron 8,6 por ciento en mayo con respecto al mismo mes del año anterior, superando el aumento del 8,3 por ciento en abril, informó el Departamento de Trabajo.
Los precios aumentaron 1 por ciento de abril a mayo, comparado con el 0,3 por ciento de marzo a abril. La mayor parte del aumento se debió a la gasolina.
El aumento generalizado de los precios también se registró en la llamada inflación “subyacente”, una medida que excluye los precios volátiles de alimentos y energía. En mayo, los precios subyacentes aumentaron 0,6 por ciento por segundo mes consecutivo y 6 por ciento en un año.
El informe puso de relieve el temor de que la inflación va mucho más allá del aumento de los precios de la energía derivados de las cadenas de suministros obstruidas y la invasión rusa a Ucrania. Y la presión creciente sobre la Fed a seguir aumentando las tasas de interés -incrementando el costo de los préstamos para negocios y consumidores- eleva el riesgo de la recesión.
“Prácticamente, cada sector tiene una inflación superior a la normal”, comentó Ethan Harris, jefe de investigaciones económicas en el Bank of America. “Se ha introducido en cada rincón de la economía. Eso es lo más preocupante, porque significa que probablemente persistirá”.
Los precios de los combustibles aumentaron 4 por ciento en mayo y casi 50 por ciento en 12 meses. El precio promedio nacional llegó a 4,99 dólares el galón (3,5 litros), de acuerdo con la asociación automovilística AAA.
Los comestibles aumentaron casi 12 por ciento el mes pasado con respecto al año anterior, su mayor salto desde 1979. Los precios en los restaurantes aumentaron 7,4 por ciento, el mayor salto desde noviembre de 1981, reflejando el aumento de costos de alimentos y trabajadores.
Los costos de la vivienda también están aumentando. El índice oficial -que incluye alquileres, tarifas de hoteles y una medida de lo que cuesta poseer una vivienda- aumentó 5,5 por ciento en el año, el mayor salto desde 1991. Las tarifas aéreas aumentaron casi 38 por ciento, el mayor incremento desde 1980.
La inflación rampante impone presiones graves a las familias al obligarlas a pagar mucho más por los alimentos, la gasolina y el alquiler y reducir su poder adquisitivo de artículos no básicos, desde cortes de pelo hasta artefactos electrónicos. Los hogares de menores ingresos, en particular los hispanos y la población negra, son los más golpeados porque deben dedicar una mayor parte de sus ingresos a los artículos de primera necesidad.
Previsión
Los economistas prevén una reducción de la inflación este año, aunque no en gran medida. El índice de precios al consumidor podría bajar a 7 por ciento para fines de año. En marzo, el IPC anual fue de 8,5 por ciento, el más alto desde 1982.
La alta inflación ha obligado a la Reserva Federal a aplicar la serie de aumentos de las tasas de interés más rápida de los últimos 30 años. Con ello, la Fed espera enfriar el gasto y el crecimiento lo suficiente para frenar la inflación sin provocar una recesión.
Las encuestas revelan que, para los estadounidenses, la inflación es el problema principal y la mayoría desaprueba el manejo de la economía por el presidente Joe Biden. Los legisladores republicanos atacan a los demócratas de cara a las elecciones de medio mandato, en noviembre. (AP)
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