“Desafortunado”: roban millones a un vecino de Gonnet-Bell

Un vecino de Gonnet-Bell sufrió ayer la mañana más violenta de su vida. Fue cuando, cerca de las ocho, se encontró con dos encapuchados armados en el living de su casa.

Según pudo saber este diario, luego de escuchar fuertes ruidos, se levantó de su cama, en una habitación de la planta alta del inmueble, bajó la escalera sin pensar nada malo y, en segundos, parados delante suyo, estaban los delincuentes.

Así comenzaba una película de terror -pero bien real- para el damnificado, que tiene 59 años. Fue en un domicilio de la calle 16 bis entre 486 y 487.

“ERAN TODOS MIS AHORROS”

En la tarde de ayer, este diario fue al lugar y pudo recabar el testimonio de la víctima.

Con inocultable desánimo por el duro trance que debió afrontar, comentó que “estaba en la cama, en la planta alta, cuando comencé a sentir golpes que parecían provenir de afuera”.

Como esos ruidos no cesaban, la situación le despertó curiosidad y decidió entonces dirigirse a la planta baja para saber a qué obedecía tanto alboroto.

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“Ahí me encontré de frente con los dos delincuentes, uno que parecía menor de edad y otro un poco mayor. Cubrían sus rostros con cuellos polar y encima de sus cabezas tenían puestas las capuchas de sus buzos”, describió.

Enseguida lo amedrentaron con sus armas de fuego y comenzaron a exigirle la entrega de dinero en efectivo.

También, indicó, “me hicieron subir con ellos al dormitorio principal, donde me ataron las manos. Y después bajamos los tres y me ataron también los pies”.

Consultado sobre lo sustraído por los asaltantes, con bronca y resignación expresó que “me robaron bastante plata, en dólares y en pesos. Eran todos mis ahorros”.

Si bien no precisó los montos de lo robado en ambas monedas, un calificado vocero policial dejó trascender que se trataría de unos “18.000 dólares y 400.000 pesos”.

La sumatoria de ambas cantidades arrojan un monto global del orden de los 4 millones de pesos.

Pero el botín con el que los asaltantes se dieron a la fuga, fue engrosado además con “cuatro armas de fuego y otros elementos de valor.

Al respecto, el vecino indicó que “además me robaron un reloj, tarjetas de débito y de crédito y documentos”.

Al mismo tiempo, indicó que también los ladrones estuvieron a punto de sumar a lo antes enunciado una moto.

“No la pudieron arrancar, porque se ve que estaba todavía fría y con dificultades en la batería. Entonces optaron por dejarla en la esquina”, explicó.

A consultas de cómo lograron los delincuentes acceder al interior del inmueble, contestó que “se metieron por el fondo de la vivienda, luego de romper un tramo del alambrado perimetral por el lateral que da a la calle 487”. Y reveló que los fuertes ruidos que lo alarmaron, obedecieron a que “rompieron una puerta ventana”.

“ESTUVIERON MEDIA HORA”

El pésimo momento para el vecino se le hizo interminable. “Estuvieron media hora, no se iban más”, reflejó.

También señaló que “solamente se les veía los ojos, porque cubrían la cara con un cuello polar y la cabeza con una capucha de buzo”.

Así y todo, le quedó la sensación de que “uno era menor de edad y el otro era un poco más grande, ya mayor”.

Asimismo, refirió que “hace cinco años que vivo acá y es la primera vez que sufro un robo”.

DEMORARON AL MENOR

En tanto, fuentes policiales confirmaron a este diario que luego del audaz asalto, personal policial acudió al lugar y de inmediato los encargados del operativo desplegaron un amplio rastrillaje.

Con los datos aportados por la víctima en cuanto a la ropa que utilizaban y que habían escapado a pie, los uniformados salieron a buscarlos.

El procedimiento generó bastante revuelo en el vecindario, tanto por la velocidad con la que algunos patrulleros se desplazaron por el Camino Centenario, en el afán de intentar dar alcance con los sospechosos.

Finalmente, los oficiales de la jurisdicción consiguieron interceptar y llevarse aprehendido a un adolescente, que está acusado de haber participado en el hecho.

El arresto se produjo en 13 y 481, en el límite con el barrio Savoia, desde donde lo trasladaron hasta la comisaría décima.

Sin embargo, el mayor de ambos ladrones, del que ya tendrían algunas referencias, consiguió su propósito de eludir la presencia policial. Y al cierre de esta edición continuaba prófugo.

Cabe consignar que la Policía logró recuperar la totalidad de las armas robadas (dos escopetas 1270, una carabina y un revólver de calibre 22 largo), que habían sido descartadas en la calle, aunque del dinero, por ahora, no hubo noticias.