Robos, cierre y polémica: conflicto vecinal por una calle

De un lado, los vecinos que desde hace años utilizan el camino que cruza el arroyo Carnaval como atajo; del otro lado, las familias que están construyendo sus viviendas y sufren constantes robos en las obras, por lo que decidieron cortar el paso armando una suerte de barricada hecha de tierra y ramas. El conflicto que enfrenta a unos y otros gira en torno a la calle 133 bis y su intersección con el curso de agua, en la zona de El Rincón, localidad de Villa Elisa. Comenzó para evitar la posibilidad del doble ingreso de “personas ajenas” al nuevo barrio (“Clementina”), porque también se accede a ese núcleo de viviendas por la calle 446, según explicaron, pero las medidas adoptadas con ese objetivo y por cuenta propia, le cortaron la circulación peatonal al barrio de al lado.

El reclamo partió de los vecinos del corazón del barrio El Rincón (134 y 443 bis). “Usamos desde hace años el paso que cruza el arroyo caminando y así nos ahorrarnos de hacer cerca de 20 cuadras para ir a trabajar o a la escuela. Así no nos resulta tan complicado llegar desde 443 hasta 446. Desde que empezó a instalarse la gente del barrio nuevo, hace casi un año, colocaron una garita de seguridad que no nos molesta, pero además hasta llegaron a poner una tranquera, que después retiraron, en una calle que es pública. Ahora nos impiden el paso con ramas de tala con espinas y una montaña de tierra que del otro lado tiene una fosa llena de agua”, planteó uno de los hombres que vive a la altura de la calle 443.

El vecino quiso aclarar, al mismo tiempo, que “la calle es pública, es la 133 bis; no es una calle interna de un barrio privado”.

Además, quienes viven en El Rincón temen que el montículo de tierra levantado en una de las calles de acceso al nuevo barrio funcione como un “dique” frente a alguna lluvia copiosa y contribuya con el desborde del arroyo en el caso en que este rebase su capacidad. “Nos inundaríamos todos”, puntualizó el vecino.

Quienes reclaman por la vuelta del camino peatonal más directo hacia la calle 446 se radicaron en la zona alrededor de cinco años atrás y muchos de ellos lo hicieron con créditos del Programa Procrear. De ahí que se trata de viviendas nuevas, la mayoría ya finalizada en su construcción.

También sumó otra queja ese grupo de vecinos de El Rincón por la existencia de desagües pluviales con agua estancada.

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“La Municipalidad no las limpia, y en los pocos momentos en lo que las zanjas se limpian tiran toda la basura sobre la calle y la dejan ahí para siempre”, se subrayó.

Del otro lado de cauce

Una de las vecinas que comenzó a construir en “Clementina” defendió la acción de obstaculizar el paso por la calle 133 bis desde el arroyo. “Lo hicimos para evitar que se acerquen al barrio y nos roben. En mi caso, me faltó el tanque del agua, la bomba se la llevaron, la repuse y se la volvieron a llevar, puertas, ventanas; de todo me robaron. Por eso cerramos una de las entradas al barrio”, indicó la joven.

Junto a la elevación levantada con tierra y el cúmulo de ramas, fruto de podas de la zona, que conforman la “valla” peatonal, hay una garita, un pequeño gabinete que durante el día permanece vacío pero que, aseguraron los vecinos del barrio nuevo, a la noche se ocupa con una persona de seguridad privada que vigila ese sector de casas que se están edificando. “Las noches que no está esa guardia, nos roban”, añadió la vecina.

Un vecino de ese grupo de viviendas nuevas o en plena construcción dijo que se usa la calle “para cruzar a robar en las obras” y en ese sentido agregó que, entre otros hechos, “desmantelaron la garita que pusimos nosotros con seguridad privada”. Por otra parte, remarcó que “no es una calle, sino un arroyo, y tendrían que ir hasta la calle 29 para cruzar, como cualquier vecino”.

Con bronca frente a la reacción de los vecinos que viven en El Rincón y se quejaron por el obstáculo al paso del camino que cruza el Carnaval, otro vecino de “Clementina” se descargó afirmando que “los denunciantes tienen que saber que es un arroyo y no una calle, por donde cruzan con niños, bebés y hasta gente mayor; puede pasar cualquier cosa, ya que a veces crece bastante. Y eso sólo por el hecho de que les da fiaca ir a la calle lindera”.

“Se trata de una vía pública”

Desde el Municipio se informó que no hay registros de nuevas denuncias “radicadas tras el evento ocurrido en mayo pasado en El Rincón, cuando un grupo de vecinos colocó una tranquera en calle 134 entre el arroyo Carnaval y calle 446 con el objetivo de impedir el libre paso de transeúntes en la zona”.

En esa oportunidad, según señaló una fuente de la Comuna, la dirección de Hábitat de la secretaría de Planeamiento Urbano y la delegación Municipal procedieron al retiro de la estructura que cerraba el paso.

Según se destacó desde la Municipalidad, “se trata de una vía pública, tal como se constató desde Catastro municipal, por lo que su bloqueo está prohibido”.

En esa línea, la misma fuente comunal indicó que “de haber conflicto, se procederá a la intervención junto a las áreas antes mencionadas en la zona”.