Alemán y Sosa construyeron un golazo que alimenta la ilusión

Históricamente, ganar en Rosario ha tenido una significación muy potente para cualquier equipo que pretenda hacer una gran campaña. Por eso, esta victoria tripera representa un montón de aristas valiosas para un plantel que, despacito, sigue creciendo.

Aún quedándose bastante lejos de su mejor versión, Gimnasia volvió feliz, orgulloso e ilusionado de una excursión que no pasará inadvertida en el contexto de su mejorada actualidad.

EL MÉRITO DE NO PERDER EL RUMBO EN LOS MOMENTOS COMPLICADOS

El Lobo de Pipo está bien. No es un fenómeno perfecto, pero sí un equipo al cual se le va endureciendo mucho la piel y al que sus rivales empiezan a considerar de otro modo.

Sin Tarragona, sin Carbonero, sin una buena versión de Franco Soldano, sin el gran partido de Eric Ramírez, y atravesando algún sobresalto en el primer tiempo, Gimnasia nunca se desarmó y allí probablemente radique su principal mérito. Siempre fue un equipo. Todos, los que jugaron bien y los que no, aportaron su máxima voluntad para que el festejo en la intimidad del vestuario fuera un momento de goce especial, saboreado desde la valoración del concepto que premia los esfuerzos mayúsculos.

El estadio no estuvo lleno, y de ningún modo el ambiente intimidó al Lobo. La gente jamás influyó

¿Hasta dónde puede llegar este impulso tan positivo? Nadie lo sabe. Lo marcará su propio comportamiento competitivo. La única certeza es que ha conseguido una química valiosa entre sus hombres que le otorga un plus vital cada vez que salta al campo de juego.

La sentencia se viene repitiendo desde hace varias semanas: Néstor Gorosito le ha dado a Gimnasia la impronta de quien no se cree más que ninguno, pero tampocomenos que nadie.

Esperando definiciones del mercado de pases, no se percibe un estado de ansiedad. Pablo De Blasis y Marcelo Weigandt son futbolistas que el hincha espera con una sonrisa, pero los comentarios de estas horas describen un conformismo muy marcado con el desempeño que se viene realizando.

DEBIÓ ESPERAR, PERO HOY ESTÁ BRILLANDO COMO NUNCA

La notable actualidad de Brahian Alemán es un tema fuerte dentro de la actualidad mens sana. Si bien su primera etapa en el club había dejado buenos recuerdos, este presente lo ubica entre los de mejor actualidad en el contexto nacional.

Es el Jefe. El emblema. El conductor. Esos tres rótulos se han vuelto indiscutibles y van mucho más allá de llevar en uno de sus brazos la cinta de capitán.

Su aporte se ha vuelto combustible indispensable para que Gimnasia mantenga la postura erguida y desafiante en cada circunstancia.

Hacía mucho que un apellido no irradiaba de modo tan certero la imagen de ser esencial para sostener los sueños del equipo que lo contiene.

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