Cesare Pavese: la ficción como forma de intervención política

La reedición local de “El diablo en las colinas” y “El compañero” resulta una oportunidad inmejorable para reencontrarse con el autor italiano

Edición Impresa

La juventud como etapa exploratoria e irreverente, la diferencia de clases sociales como motor para agudizar la perspectiva y la politización como un proceso de redescubrimiento del mundo atraviesan las novelas “El diablo en las colinas” y “El compañero”, del editor, poeta y escritor italiano Cesare Pavese, que llegan a la Argentina casi al mismo tiempo y revitalizan una obra cuyas marcas se pueden ver en la narrativa y el cine contemporáneos.

Traducidos por el escritor, poeta y docente Silvio Mattoni, ambos libros pasaron a dominio público en 2021, lo que implica que se cumplieron los 70 años de la muerte del autor italiano y transcurrido ese tiempo, el derecho sobre su obra deja de tener plenos efectos por lo que la creación, antes protegida, puede ser utilizada sin necesidad de solicitar licencia.

Cesare Pavese nació en 1908 en Santo Stefano Belbo y murió en Turín, en el año 1950. Se graduó en Letras en la década del 30; fue poeta, novelista, traductor, editor y un ensayista que se apropió de la polémica para intervenir en su tiempo histórico. Llegó a estar encarcelado durante 10 meses acusado de antifascista. Su obra se sigue leyendo y editando porque hay una comunidad lectora que sigue encontrando en sus escritos un registro, un tono y una llave para habitar este mundo.

“Es cierto que con los derechos disponibles todo resulta más fácil para los editores, pero también es cierto que hay un montón de autores con los derechos disponibles todos los años. A Pavese se lo publica porque es un escritor enorme y porque sigue hablándonos”, dice Alejo Carbonell, editor del sello Caballo Negro, responsable de la edición en nuestro país de “El compañero”.

El escritor y editor Manuel Álvarez trabajó en la edición de “El diablo en las colinas”, publicada por editorial Marciana, y dice que “la influencia de Pavese es enorme e inagotable porque fue un adelantado, entonces uno lo lee hoy y sigue siendo actual, en la forma y en el fondo”, algo por lo que no duda en equipararlo con Roberto Arlt.

Para Álvarez, esa influencia del editor del mítico sello italiano Einaudi, en el que luego de su suicidio en 1950, su amigo Italo Calvino siguió publicando su obra “no solo se limita a la literatura del siglo pasado ni a la literatura italiana, sino también al cine italiano, incluso al de ahora, a Paolo Sorrentino, por ejemplo”.

Por su parte, Mattoni, el traductor de ambas novelas, dice que el pasaje al castellano de estas novelas fue de “mucho apasionamiento”, entonces fue un proceso llevado a cabo “con rapidez, por su ritmo y el efecto de verdad que tienen sus personajes”.

Pero, ¿qué tienen en común ambas historias? ¿Hay algo que las haga identificables en el universo Pavese? “Las dos están escritas con pocos años de diferencia y pertenecen a los últimos períodos de su escritura. ‘El diablo...’ pertenece a una serie de novelas sobre ese paisaje en el que había nacido Pavese, la zona piamontesa en los alrededores de Turín, entonces puede entrar en esa serie entre el hogar natal y cierto temperamento, humor, melancolía o fatalismo que también se puede inferir en sus poemas de ‘Trabajar cansa’”, responde Mattoni.

“La influencia de Pavese es enorme e inagotable porque fue un adelantado, entonces uno lo lee hoy y sigue siendo actual, en la forma y en el fondo”

Manuel Álvarez,
escritor y editor

 

En esa línea Álvarez resalta que en ambas obras “está la irreverencia de la juventud, la impronta social y política, la potencia de las ideas, la crítica al capitalismo, esa diferencia de clases, y, sobre todo, un despertar”. Sobre el impacto e influencia del italiano en Argentina, el escritor apunta que “siempre fue muy leído por un círculo literario chico pero intenso”, y recupera un dato: “’El diablo en las colinas’ apareció por partes en la revista El sur en la década del cincuenta, pero no terminó de romper esa barrera netamente literaria, al menos en lo que es narrativa, su poesía sí circuló más. En fin, no tengo dudas de que es un autor que merece más difusión, por eso rescatamos ‘El diablo en las colinas’, para que sume lectores y, quién sabe, quizá nazcan nuevos escritores bajo su influencia”.

Para Carbonell, esa influencia se puede rastrear en muchos autores argentinos, y cita el catalogo de Caballo Negro: “Rápidamente se me ocurre nombrar a Angelino, a Tere Andruetto, a Elena Anníbali... diría que todos tenemos un poco de Pavese en la sangre”.

 

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