Nuevas pistas e hipótesis sobre el robo a un jubilado

Transcurridas más de 24 horas del violento robo que sufrió un jubilado de 77 años en su casa de barrio Norte, la Policía busca intensamente al autor del hecho.

El salvaje ataque se produjo cerca de las 6 de la mañana del lunes, en una humilde vivienda de 13 entre 35 y 36. Allí reside Ángel, un hombre mayor de edad que fue sometido a un duro tormento por parte de un intruso que se coló en la propiedad luego de trepar por los techos, y quien le sustrajo 1500 dólares y 30 mil pesos que había sacado del banco el día anterior.

A raíz de este dato, los investigadores barajan diversas hipótesis sobre quién podría haber sido el autor del hecho. El caso está siendo investigado por la UFI Nº 1, a cargo de la fiscal Ana Medina.

Por un lado se sospecha que el ladrón podría haberlo visto salir del Banco Nación, lugar de donde el jubilado retiró dinero de su caja de ahorro horas antes del asalto. El mismo está ubicado a tan sólo 100 metros de su vivienda.

Por su parte, también se sospecha de algún empleado “infiel”, quien podría haber “entregado” a la víctima. “Pienso que alguien del banco le dijo que yo había retirado plata de mi caja de ahorros”, deslizó Ángel, a modo de conjetura, aunque sostiene que también podría haber sido “mera casualidad”.

En este sentido, el jubilado señaló que no pudo reconocer al delincuente por encontrarse tapado por las frazadas, pero detalló que tenía “una voz ronca como de persona fumadora” y un aspecto físico robusto.

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Durante la jornada de ayer, tras darse a conocer la noticia que fue primicia de este diario, la DDI local realizó un amplio operativo por la zona.

Después de entrevistarse con la víctima y de revisar la vivienda donde ocurrieron los hechos para buscar pistas, solicitaron las cámaras de seguridad, tanto las de circuito cerrado, como las municipales. Los efectivos también analizarán las imágenes captadas por los dispositivos del banco.

Las filmaciones podrías ser clave en la investigación, ya que registraron el momento en el que el sujeto trepa los techos y el paredón de 1,50 metros que separa la casa de Ángel con la vivienda lindera.

El sigilo con el que actuó el ladrón, tanto fuera como dentro del inmueble, le permitió avanzar sin mayores inconvenientes hasta la habitación del damnificado.

Inmerso en un sueño profundo, el dueño de casa recién se enteró de que estaba sufriendo un asalto cuando sintió caer sobre él una cobija.

Cuando despertó sobresaltado, con la visión obstruida y con dificultades para respirar, recibió un golpe en la cabeza y una clara advertencia: “’Te quedás en el molde o sos boleta’, me dijo el tipo”, recordó Ángel.

El delincuente primero lo tapó con una frazada, luego lo ató y lo amordazó. En esa situación de vulnerabilidad, el ladrón le exigió a Ángel que debía entregarle la plata que tenía guardada”. Pese a que en ningún momento pudo confirmar si tenía un arma, el jubilado optó por no ofrecer resistencia y fue así que deslizó dónde se hallaba un monto de dinero en pesos que había sacado del cajero hacía tan sólo unos días para compras chicas.

La víctima retiró del banco una suma de pesos y dólares poco antes del bestial asalto

El asaltante pudo dar con el dinero, pero fundado en la idea de que el jubilado “le estaba escondiendo información”, inició un feroz interrogatorio, que incluyó torturas tanto físicas como psicológicas. “Me pegó tanto que me bajó tres dientes. No entiendo por qué tanta saña”, expresó Ángel. Fue de este modo que el ladrón logró llevarse un total de 2 mil dólares y 30 mil pesos.

El jubilado confesó que tiene miedo y que no puede dormir de noche: “Estoy pensando en irme a un geriátrico y abandonar la casa. No puedo vivir así”, cerró.