La oposición, entre la cautela y la incertidumbre

En Juntos por el Cambio, la principal fuerza de la oposición siguió con mucha atención, y preocupación, la nueva crisis política y económica de la coalición gobernante. Hicieron un impasse en la campaña -sólo el gobernador jujeño y con pretensiones presidenciales, Gerardo Morales, hizo recorridas por el conurbano bonaerense- y volvieron a cerrar filas en nombre del respeto por la institucionalidad. La consigna fue no echar más leña al fuego pero, de todos modos, eso no quitó que hicieran algunas advertencias sobre la situación cada vez más complicada del país, diagnóstico que se escuchó, por ejemplo, en la exposición Rural, donde los principales referentes opositores -entre ellos el expresidente Mauricio Macri que jugó de local- participaron para darle su respaldo al campo.

Esas señales de “responsabilidad” institucional la dio en la Cámara de Diputados ante la inminente salida de su presidente Sergio Massa. Es que por reglamento, la titularidad del cuerpo debería quedar en manos del diputado del PRO Omar De Marchi, actual Vicepresidente 1º, pero el bloque de JxC decidió no poner trabas para que el oficialismo elija al nuevo presidente. Todo indica que la diputada Cecilia Moreau -del ala massista pero ultra defensora de los alineamientos del kirchnerismo- juraría el próximo martes.

El Presidente de la Cámara de Diputados es el tercero en la línea sucesoria en caso de que Alberto Fernández no continúe su mandato. La primera sería la vicepresidenta Cristina Kirchner y la segunda la presidenta provisional del Senado, la santiagueña Claudia Ledesma Abdala. Claro que también de la decisión opositora hay una intención política: evitar darle argumentos al oficialismo para acusarlos “por sus propios fracasos”.

Frente a los cambios en el gabinete nacional, hubo críticas -algunas con mayor animosidad contra Massa-, y el reclamo de siempre al Gobierno: que muestre un plan económico para salir de la crisis. Y remarcan que el futuro “superministro”, con Alberto y Cristina, son todos parte de un mismo gobierno. En cuanto a las nuevas medidas, esperan que tenga el apoyo interno en el oficialismo y advierten, que todo debería debatirse en el Congreso. En este caso, se planteó la unidad de criterios y no terminar votando con las necesidades del oficialismo, como sucedió con algunos legisladores de JxC para aprobar el acuerdo con el FMI, que el kirchnerismo más duro no quiso votar.

Los referentes del PRO, la UCR y la Coalición Cívica siguen cuestionando la “improvisación” de la administración de Alberto Fernández y la ausencia hasta el momento de una hoja de ruta para enfrentar la turbulencia cambiaria y la escalada inflacionaria. Y cuestionan la figura de Sergio Massa, a quien le indagan que posiblemente “sus interés electoral personal” más que de gestión. “No da confianza”, aseguró Patricia Bullrich. Pero la más dura fue Lilita Carrió, que tiene una vieja disputa con el tigrense: “llegó el diablito”, tuiteó.

Mientras, el rol de la Vicepresidenta dentro de la coalición gobernante no deja de ser clave para Juntos por el Cambio. “No hubo una gran reconfiguración en el Gobierno. Energía, Anses, PAMI, AFIP, son todos lugares claves que siguen en manos de Cristina y La Cámpora”.

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Lo cierto es que en la oposición tratarán de seguir guardando la interna propia y seguir marcando de cerca los próximos pasos del oficialismo, siempre en nombre de la institucionalidad, según clama.