Home office: con estilo propio

La pandemia, tan sorpresiva como inesperada y desconocida, trajo más preguntas que respuestas a la vida diaria. De pronto, lo que conocíamos como cotidiano se volvió diferente. Ya no había bares a los que salir, transportes públicos que tomar o trabajos a los que asistir de forma presencial.

Esto abrió un nuevo fenómeno, el poco conocido ‘home office’, que trasladó las horas de oficina a horas frente a la pantalla de la computadora personal, sola y, por consiguiente, dejar de lado la preocupación sobre qué ponerse, cómo vestirse y cómo prepararse para una reunión importante.

Muchas otras cosas preocupaban más en los primeros días de pandemia que el look que cada trabajador o trabajadora optaba para las jornadas de home office. En cambio, los pijamas fueron los grandes protagonistas de los días de aislamiento y, tras el final de las restricciones, algunos volvieron al cajón y otros permanecieron entre lo más utilizado.

Llegó el momento que muchos esperaban, que es el regreso a la presencialidad. Sin embargo, aún hay muchas empresas que se detuvieron a pensar y optaron definitivamente por el trabajo remoto, distanciándose de quienes eligieron volver a reunir a sus empleados en una oficina.

Para aquellos que pudieron seguir trabajando desde casa, hay algunos consejos a tomar para dar un paso atrás y tomar del pasado el estilo a la moda que supo ser una gran herramienta de presentación. Sí, la ropa cómoda también es elegante.

Este invierno, el boom de la moda se lo llevaron los pantalones de polar que fueron adaptados a pantalones de pijamas, con infinidad de variedades, propuestas, ideas y estampados. Tal es la gama de elección, que se puede optar por uno con todos los colores del arcoiris o bien, uno liso.

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Aquí es donde comienza el trabajo de adaptarse a las nuevas modas dentro de casa. Un pantalón polar liso, con colores neutros o tenues, puede ser un elemento ideal para combinarlo con un calzado elegante, que ayude a elastizar la figura y que nos mantenga dentro del concepto de confort.

Así mismo, los joggins fueron los predecesores de estos pantalones tan elegidos en los meses más fríos del año. Con la tela del jogging se pueden crear muchos estilos acordes a lo que la situación amerita.

Despedite de los jeans chupines o ajustados. La moda de los ‘mon’ volvió y parece que esta vez, a diferencia de otras tantas, es para quedarse. Aquí se abre otro camino: el de la ropa holgada para que las piernas no vuelvan a sufrir ese sentimiento de encierro.

Los pies, una zona olvidada

Puesto que la gran mayoría de los que pudieron conservar el trabajo remoto ya tienen todo adecuado al escritorio y el espacio laboral, posiblemente se olvidaron que los pies también se visten. No todo es pantuflas, crocs y ojotas de entrecasa.

Sin necesidad de clavarse un taco aguja de quince centímetros, se puede llegar a un total look cómodo -ante todo-, elegante e ideal si hay que salir de urgencia a algún lado. Para lograr esto, los borcegos son un camino de ida.

Unos borcegos de caña corta, en color negro o, en caso de no haber, color suela, son un buen complemento. Así mismo, las famosas chatitas también, esas que pasan años y años y siguen estando en el placard, se usan poco pero no se pueden descartar.

Otro fenómeno que trajo la pandemia y que tiene muchas agradecidas son las botas con peluche dentro, de caña media y muy calentitas. Son ideales para estar todo el día en casa, hacer las tareas diarias, encarar una jornada laboral intensa o salir a hacer compras.

Además, con jeans o calzas van muy bien y se pueden combinar con varios estilos de remeras, camisas, suéter y abrigos, en caso de tener que salir.

Las zapatillas no quedarán en el olvido por este miércoles. Hay modelos clásicos, del estilo botita y con plataforma que combinan con cada look. También, por qué no, aquellos zapatos de taco bajo o -aunque un poco más arriesgado- las botas texanas de caña corta que pueden no ser cómodas para estar sobre ellas ocho horas pero sí para algunas pocas.

Ya dominada la parte inferior de la vestimenta, sigamos por la parte superior, que es en definitiva lo que más se ve del otro lado de la pantalla. Con una simple remera blanca o negra lisa, manga larga o manga corta, se puede arrojar una imagen elegante y comprometida.

Para sumarle al look cómodo, simple y presentable, los suéteres y buzos toman la delantera. Este año más que otros se pusieron de moda los maxi buzos, que encontraron su lugar en el placard y en los outfits diarios, en complemento con los clásicos abrigos de lana.