Lucas Puig, “culpable”: 12 años de un juicio que terminó con el docente condenado por abuso en un Jardín de La Plata

Lucas Puig, profesor de música del Jardín de Infantes San Benjamín de Los Hornos, fue sentenciado ayer a la pena de 35 años de prisión, accesorias legales y costas, como autor penalmente responsable de los delitos de “abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravada por ser encargado de su educación en concurso ideal con corrupción de menores agravado por ser encargado de su educación”, en perjuicio de dos menores de edad, que en el año 2010, cuando se inició la investigación, concurrían a dicho establecimiento educativo.

El fallo, del Tribunal Oral en lo Criminal I de La Plata, hizo lugar a los planteos de la parte acusadora, integrada por el Ministerio Público Fiscal, a cargo de Martín Chiorazzi, junto a los representantes del particular damnificado, y ordenó su inmediata detención, por lo que el docente se retiró esposado rumbo a una unidad del Servicio Penitenciario bonaerense.

Fue pasado el mediodía que la incertidumbre que reinaba en el edificio del fuero penal de La Plata mutó en gritos de desahogo, llantos y algunos insultos hacia el imputado (vea: https://www.eldia.com/nota/2022-8-31-2-57-25-tension-dentro-y-fuera-de-la-sala-de-audiencias-policiales).

Es que comenzaba a cerrarse así una dolorosa etapa, que llevó 12 interminables años, con una absolución en el medio, hasta llegar a este veredicto condenatorio.

Flavio Gliemmo, uno de los abogados que representó a la familia de una de las víctimas, dijo que sus defendidos “atravesaron el proceso con templanza y paciencia”.

Julio Beley, por su parte, en ese mismo rol, comentó que este juicio permitirá “devolverle algo de esperanza y tranquilidad a los chicos y sus familias”.

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Como se recordará, por este hecho, el fiscal Chiorazzi había requerido una pena de 25 años de prisión para Puig, dado que para él se había probado que abusó de al menos dos alumnos de 3 y 4 años, que concurrían al turno mañana del jardín de Los Hornos.

Como agravantes de la pena se valoró la pluralidad de víctimas, la extensión de daño causado a ellas y a sus familias, y la edad de los menores.

Además, el fiscal solicitó la inmediata imputación de la docente a cargo de una de las salas del jardín, a quien consideró coautora de los delitos de “abuso sexual agravado y corrupción de menores”, pero los jueces entendieron que deberá ser primero investigada, por lo que pidió se envíe una copia de las actuaciones a la fiscalía en turno.

El planteo de los “querellantes”, que llegaron a pedir hasta 40 años de cárcel, con el agravamiento de los cargos, empezó a ser mucho ruido y, finalmente, los magistrados Hernán Decastelli, Cecilia Sanucci y Ramiro Fernández Lorenzo, fijaron la sanción en 35 años.

“Estamos muy conformes con el decisorio, se ha hecho justicia luego de tantos años en la que las víctimas crecieron con el proceso; no recuerdo que un docente condenado por abuso agravado haya recibido una pena semejante”, señaló Martín Bolpe, otro representante de una de las familias denunciantes, que agregó: “A lo largo del juicio, se escuchó a los menores, quienes, dada su edad actual, pudieron contar con detalles los abusos a los que fueron sometidos por Puig”.

Lucas Puig

Para Bolpe, el fallo “habla de la necesidad de escuchar a las víctimas, quienes, en este caso, por su tan corta edad, son sumamente vulnerables” y además que “es un mensaje para las instituciones educativas que deben elaborar e implementar protocolos eficientes a fin de evitar que hechos como estos puedan repetirse”.

Por su parte, la defensa del docente, que ya adelantó que recurrirá el fallo a Casación, insistió con los planteos por presuntas irregularidades a lo largo del proceso.

Daniel Apaz sostuvo que la acusación fue una “fábula”, una “fantasía” y Adrián Fernández Koenig que “estamos defendiendo a una persona que no es culpable de ningún delito”.

“Nada provino de los menores, sino de los adultos convivientes”, concluyó contrariado.