El “método Alcaraz”, los secretos ocultos tras el éxito

El año pasado se estrenó una película que tiene como título, “El método Williams”. En esta se narra la vida y obra de Richard Williams, padre de Serena y Venus. No cabe ninguna duda que el apellido Williams ha cambiado la historia del tenis femenino. Con dos superdotadas físicas, Richard preparó un plan para convertir a sus hijas en dos iconos del deporte mundial.

Por su parte, Juan Carlos Ferrero (ex número uno en 2003) creó, “el método Alcaraz”. El joven nacido en Murcia es el nuevo número 1 del mundo después de conquistar el primer Grand Slam de su promisoria carrera: el US Open 2022. ¿Pero de dónde salió este prodigio del tenis español?

A principios de la temporada, a todos les llamó la atención la nueva fisionomía de Alcaraz en su debut en el Abierto de Australia. Con un look “nadalesco”, con una remera sin mangas, el murciano mostraba un físico musculoso y unos brazos prominentes. Esto despertó dudas sobre lo “idóneo” de este cambio físico para un jugador de tenis. ¿Qué sucedió para que este joven, de 19 años, que ya dejó de ser una promesa para convertirse en una realidad, tuviera este cambio tan abrupto?

Juanjo Moreno, su fisioterapeuta, es uno de los grandes responsables detrás de “el método Alcaraz”. Además de cumplir su rol, también ha compartido el cuarto en los últimos meses. ¿Su compañero de habitación? Con 19 años, Carlitos está en plena adolescencia y, como el resto de los jóvenes, tiene dependencia por el teléfono celular. Cuenta con más de dos millones de seguidores en las redes sociales y miles de mensajes diarios en su móvil que pueden quitarle horas de sueño. Por eso, en su equipo decidieron dormir algunas noches con él para concientizarlo que “trasnochar” no era nada bueno en los torneos con un partido al día. El método comienza con dormir bien, importante a la hora de estar al máximo física y psicológicamente.

Otro de los puntos importantes es la dieta. Hace dos años, Alcaraz seguía viviendo con sus padres con una alimentación habitual de un joven de 15 años. Nada parecido a una dieta de deportista de elite, aunque Moreno descubrió que “menos mal que no le gustan los dulces, prefiere más lo salado”. Cuando llegó bajo la órbita de Ferrero, pusieron manos a la obra… o mejor dicho, a la cocina.

El equipo de trabajo está conformado por miembros a los que les “gusta cuidarse”. Ferrero sigue estando como para jugar, pero el resto de entrenadores y personal realizan una rutina diaria de primer nivel. Han creado un entorno donde todo el grupo entrena como sus jugadores, lo que hace que Alcaraz sea “uno más” y restando el sacrificio de entrenar solo.

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Es un trabajo de equipo. Y todos comen palta en el desayuno y no mermelada, algo que le costó al joven. “Cuando Carlos llegó, tenía que comer bien y entrenar a tope para no ser el ‘rarito’ del grupo”, dicen en su entorno. Un escenario perfecto para el esfuerzo.

A pesar de las resistencias del principio, Alcaraz se dio cuenta que el camino que Ferrero y su equipo han preparado para él dio sus frutos. Batiendo récord tras récord de precocidad, pocos ejemplos tan llamativos del salto a la elite que se han visto en la historia del tenis. Y con resultados, ahora lo disfruta. Tanto que ha dado el paso a comer bananas. Los padres de Carlitos, grandes aficionados al tenis, siempre habían observado como los grandes jugadores siempre comían bananas en los descansos de cada game. Y también lo intentaron con su hijo, pero sin éxito. Hasta hace unos meses, cuando Alcaraz comió esta fruta en pleno partido y su madre (Verónica Garfia) lo vio. Enseguida, se acercó a su equipo y les dijo: ‘cómo hicieron para que Carlos coma bananas’. Seguramente, la mamá ya quiere aprender el método e instaurarlo con los hermanos pequeños, que también comienzan a prometer con la raqueta.

El método se completa con un fortalecimiento del cuerpo, basado en una mezcla de ejercicios de velocista y maratonista. Más explosividad y más resistencia muscular para esfuerzos explosivos en un tenis cada vez más físico y un cuerpo preparado para correr durante horas de un lado a otro de la cancha. Una mezcla perfecta para crear una “armadura” a su cuerpo que previene de lesiones y alargue su carrera profesional. Es importante resaltar esta parte del método, ya que el físico actual de Alcaraz es solo la punta del iceberg. Carlos está como un toro, pero también están preparando su físico para el futuro.

Un plan completo que abarca todas las facetas físicas, fundamentadas en una cultura del esfuerzo, para convertirse en el número uno más joven de la historia y un tenista que pueda dominar los próximos años del circuito profesional.