Tarifas congeladas y polémica baja de impuestos

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La primera ministra británica Liz Truss afirmó ayer que está dispuesta a tomar “decisiones impopulares” como elevar las bonificaciones para banqueros acaudalados para estimular el crecimiento de la vapuleada economía el país.

Este viernes habrá una declaración sobre el presupuesto de emergencia, pero Truss anticipó los recortes de impuestos, que según ella estimularán el crecimiento y las inversiones, aunque benefician a los ricos más que a los pobres.

Truss, que ha sido la primera ministra por apenas dos semanas -un período eclipsado por el fallecimiento de la reina Isabel II- enfrenta presiones inmediatas para cumplir sus promesas de lidiar con la crisis del costo de vida en Reino Unido y una economía que se encamina a una recesión potencialmente larga.

Ha anunciado ya un límite a las cuentas de energía de los hogares que significa que el costo promedio por calefacción no será mayor de 2.500 libras (2.872 dólares) al año -mucho menos que lo que se había pronosticado.

 

Liz Truss

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