El Lobo de Pipo en la definición del torneo: fixture, virtudes y defectos

Falta mucho aún. Muchísimo. Siete fechas en el fútbol, 21 puntos, es casi lo mismo que la eternidad. Sin embargo, el calendario comprimido por la realización del Mundial lleva a que en exactamente un mes se juegue la última fecha de un torneo desgastante, quizá sin equipos que queden en la historia, pero sin dudas apasionante.

Después de perder ante Central Córdoba, el Lobo quedó dos unidades por debajo de Atlético Tucumán, que tiene 38 puntos. Boca Juniors alcanzó la línea tripera con 36 y apenas dos puntos abajo vienen Racing Club y Huracán. River Plate y Godoy Cruz, con 32, parecen cerrar la lista de los aspirantes al título, más fundada en el potencial del equipo de Gallardo que en las realidades futbolisticas. Aunque en este torneo, todo puede pasar.

¿Qué le queda a Gimnasia? Tigre el próximo domingo en el Bosque, Barracas Central en el viejo estadio de Olavarría y Luna renombrado como Claudio “Chuiqui” Tapia el jueves 29 a las 15.30 son los compromisos que tienen día y hora. Después, el Tripero recibirá a Boca Juniors y visitará a Banfield en un lapso de no más de 5 días, para cerrar con dos juegos de local (frente a San Lorenzo y Argentinos Juniors) y la visita al Mario Kempes de Córdoba en la vigesimoseptima fecha del campeonato.

Un fixture que no es de los más fáciles, pero que tiene cuatro partidos en casa y tres afuera. En el Bosque Gimnasia se mantiene invicto e integra junto a Atlético Tucumán (el domingo recibe a Estudiantes) y Godoy Cruz (hoy juega con Boca en el Malvinas) la tríada de equipos que no cayeron en casa. El Lobo ha ganado 7 partidos y empatado los 2 restantes, con un 85,19% de los puntos.

Ese número disminuye a 39, 39 % fuera del Juan Carmelo Zerillo, ya que en esa condición ganó 3, empató y y perdió sus únicos 4 cotejos del certamen. Si bien Gimnasia logró victorias muy importantes en esa condición (Rosario Central, Unión y especialmente Huracán), viene de empatar ante Sarmiento y de caer con Newel’s Old Boys y Central Córdoba en el Madre de Ciudades.

Por su parte, Atlético Tucumán recibirá, además de Estudiantes, a Platense, Rosario Central y Unión y saldrá frente a Patronato, Racing (en uno de los partidos claves del final del torneo) y Defensa. Boca va a Mendoza y luego será local con Vélez, viene al Bosque (el otro gran juego del final del torneo), recibe a Aldosivi, visita a Sarmiento y a Newell’s y cierra en la Bombonera con Independiente.

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Más allá de sumas, restas y porcentajes que también involucran principalmente a Racing (4 de local, entre ellos los tucumanos y River) y Huracán (también 4 de local, pero con el clásico en el Nuevo Gasómetro), Gimnasia deberá seguir la línea de la solidez defensiva (sigue siendo la valla menos vencida) que es el principal argumento que lo ha depositado en la pelea. Y a la vez, deberá potenciar su ofensiva, ver si aparece ese plus, ese “saltito” de calidad al que se refirió más de una vez Néstor Gorosito. De los siete primeros de la tabla, El Lobo es el que menos goles a favor tiene, con solo 21. Recién Platense y Newell’s, a 7 puntos de Gimnasia, han convertido menos goles.

Los que vienen no son solamente partidos importantes, son verdaderas pruebas de carácter, en las que cada triunfo propio es un golpe a la mesa del campeonato, es decir “acá estoy, quiero ser el mejor”. Y en un torneo en el que el líder suma hasta ahora el 63,33 % de los puntos, ganar en el tramo final puede marcar todas las diferencias de la temporada. San Lorenzo en el Inicial 2013 cosechó el 57,89% de las unidades en disputa y fue uno de los campeones con menor efectividad. Newell’s Old Boys en el Apertura 2004 logró el 63,16% al sacar 36 puntos en 19 fechas. Lanús hizo el 66,67% en el Apertura 2007, al igual que Arsenal en el Clausura ‘12, siempre en campeonatos de 19 partidos.

En un torneo en el que todos van a perder puntos y que tendrá porcentajes bajos de efectividad, Gimnasia no puede dejar puntos en el camino en el Bosque. Y debe, al menos, ganar un partido de visitante para poder soñar.