VIDEO. Las incógnitas detrás de la muerte de un nene en La Plata tras un "dolor de panza"

Un cuadro de dolor de panza, vómitos y diarrea terminó ayer con el peor de los desenlaces en una vivienda de Tolosa.

Un nene de 12 años con Síndrome de Down fue hallado muerto por su familia en la casa en la que residen, en 121, entre 521 y 522, luego de padecer durante algunas horas un malestar generalizado cuyo origen, hasta el momento, es una incógnita tanto para la familia como para la Justicia.

Es que, si bien el niño fue atendido en dos hospitales de la Ciudad en ningún momento su estado de salud reportó una mejoría. Muy por el contrario, con el correr de las horas su situación fue empeorando hasta que finalmente se produjo su deceso mientras dormía.

La familia de quien en vida fuera Rodrigo Ortíz Días está convencida de que se trató de un caso de mala praxis. “Totalmente una negligencia médica porque no puede ser que no hayan podido hacer nada”, expuso la madrina de la víctima quien reclamó a la Justicia que investigue la responsabilidad de los médicos en la muerte de Rodrigo.

Ayer, la conmoción y el estupor eran las sensaciones dominantes entre los vecinos de la cuadra que no podían encontrarle explicación a la repentina muerte del niño.

Al mismo tiempo, el dolor también se entremezclaba con el enojo porque transcurridas más de seis horas de que el personal del SAME confirmara la muerte del menor, la familia continuaba esperando que la Policía Científica se presentara en el lugar para llevar adelante las diligencias del caso y así poder retirar el cuerpo e iniciar los preparativos para darle sepultura.

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Pese a este devastador escenario la madre de Rodrigo aceptó dialogar con este diario.

Inmersa en una profunda desazón, Gabriela relató que su hijo comenzó a sentirse mal el domingo por la tarde. Si bien al principio creyeron que se trataba de un simple dolor de panza, los vómitos y los cambios en su semblante y en su estado de ánimo encendieron alarmas y la obligaron a dirigirse al centro de salud más cercano.

Fue llevado al Hospital Gutiérrez el domingo a las 16 hs pero, tras un breve exámen, “lo mandaron a la casa diciendo que era gastroenteritis”. “Me dijeron que estaba deshidratado.Me dieron una sales, que le dé un poco de agua y que, capaz, era algo que comió”, relató.

Añadió al respecto que por la tarde el dolor de panza siguió y que se fue poniendo cada vez más pálido.

“El vómito ya era negro y fue en ese momento que decidimos llevarlo al Hospital de Niños”, indicó Gabriela que mientras iba camino al centro de salud se percató de que ninguno de los integrantes de su familia estaba sufriendo el mismo cuadro. De hecho, al llegar al nosocomio ubicado frente al Parque Saavedra mencionó esta conclusión pero “no la tuvieron en cuenta”.

Según su relato, tampoco evaluaron que durante la espera el nene defecó en dos oportunidades y que incluso Gabriela debió bañar a Rodrigo para que lo pudiera atender el médico.

Otro de los puntos que destacó Gabriela fue que debió pedir una silla de ruedas para trasladar al pequeño ya que a raíz del cuadro que padecía comenzó a debilitarse al punto de no poder mantenerse en pie.

Señaló además que en ningún momento le mencionaron la posibilidad de hacerle estudios. “Nada se tuvo en cuenta. Sólo lo mandaron de nuevo a su casa. Pedí varias veces que lo dejaran internado. Pero nadie me escuchó”, expuso entre lágrimas.

Al retornar a su domicilio, Gabriela llevó a la cama a su “bebé” creyendo en las palabras de los médicos de que “tomando agua y cuidándose con las comidas” se pondría mejor. Extenuada por haber pasado toda la noche en vela, se fue a descansar sin siquiera sospechar que ese iba a ser el último momento que vería a su hijo con vida.

Al día siguiente, Gabriela despertó y lo primero que hizo fue dirigirse a la cama de Rodrigo para evaluar cómo se encontraba. “Cuando me desperté, lo encontré así. Le dije a mi marido ‘no sé si está durmiendo mucho o qué’. Fuimos al Hospital para que esté mejor. Esto no lo puedo creer”, contó entre lágrimas.

LA RESPUESTA DE SALUD

Al respecto, desde el Ministerio de Salud bonaerense, indicaron que “las historias clínicas no relatan lo que emite la madre. Se procedió correctamente. Las pautas de alarma de la sintomatología eran para hacer un tratamiento ambulatorio” y que “el caso está en plena investigación”.

En este sentido, la UFI Nº 7, a cargo de la fiscal Virginia Bravo, inició ayer la instrucción de la causa por el deceso del pequeño. La misma se encuentra caratulada como “averiguación de causales de muerte”.