De la capillita de madera a una joya arquitectónica de la Ciudad

La iglesia del Sagrado Corazón de Jesús fue erigida en 1902 y declarada Basílica menor en 1967 por un pedido del entonces Papa Paulo VI. Ubicada en 9 y 58, quedó ligada para siempre, por múltiples razones, con la mejor historia platense. Su construcción se había iniciado en 1898, aún cuando ya en 1884, dos años después de la fundación de la Ciudad funcionaba ya como una humilde capillita de madera.

La cruz de 11 metros de alto, que se encuentra sobre la torre, se colocó recién en 1913; se ideó tras la visita realizada a la ciudad de La Plata de monseñor Juan Cagliero, en 1885.

Esta institución salesiana, además de desarrollar tareas educativas en los colegios dirigidos por la congregación, cuenta con diversos grupos parroquiales como los Exploradores de Don Bosco, el grupo Mallín, ADMA, entre otros. Por las aulas del Colegio que rodea a la Basílica pasaron eminentes profesionales, empresarios, deportistas y muchas generaciones de platenses que brindaron su aporte a la historia de la ciudad.

JOYA ARQUITECTÓNICA

En una publicación realizada por italianos platenses (it.La Plata) se expresa que la basílica del Sagrado Corazón de Jesús, de estilo romántico-bizantino, “es una joya arquitectónica que no puede pasar desapercibida. Obra de los padres salesianos, unos de los primeros evangelizadores en la naciente ciudad de La Plata, quienes cumplieron un rol fundamental entre la colectividad italiana”.

La publicación alude al campanario, que refleja una verdadera maravilla constructiva. “El campanario es un monumento conmemorativo de un acontecimiento muy antiguo”, cuya gran torre fue proyectada por el presbítero y arquitecto salesiano Ernesto Vespiniani. “Se construyó especialmente para conmemorar los 1600 años de la firma del edicto de Milán”.

La historia señala que el emperador Constantino, mediante este edicto del año 313, concedió a los cristianos la libertad de practicar su culto, ya que fueron perseguidos ferozmente en todo el Imperio Romano desde tiempos de Nerón.

“Las campanas fueron fabricadas por la Fonderia Francesco de Poli, en Udine, que conserva este arte desde 1453. La misma firma que se encargó de la fabricación del carrillón de la iglesia catedral”, dice la publicación.

En aquella época, se realizaba el “bautismo de las campanas”. Fueron padrinos las autoridades civiles, entre ellos el intendente (comisionado municipal por aquel entonces).

Todo esto se logró con gran esfuerzo. Hubo una comisión que organizaba las actividades (rifas, donaciones). Lo más destacable del trabajo de construcción de la Basílica del Sagrado Corazón es que los obreros italianos ofrecieron su trabajo donando medio jornal.

A fines del año 1912, el papa Pío X propone la celebración de un año jubilar que inició el 8 de diciembre de ese año y culminó en la misma fecha del siguiente año 1913.

Los salesianos de entonces deciden culminar las obras del templo en ese momento. Así es que se dio al campanario el carácter de monumento conmemorativo de la paz de la Iglesia en este año jubilar.

La torre de la Basílica mide 62 m de altura, de los cuales 58 metros y medio son de mampostería. Los casi cuatro restantes corresponden a la gran cruz de hierro que remata el campanario. Esta cruz contiene la inscripción “in hoc signo vinces” (en este signo vencerás).

En el crucero del templo se custodia una reliquia de la verdadera cruz de Cristo, bendecida y colocada por Mons. Terrero. La cruz de hierro llegó primero a la Catedral platense y se presume que fue fabricada por la firma Saglio, aunque no es un dato confirmado.

Desde la Catedral (que en aquella época se encontraba sin techar) se llevó la cruz en procesión hasta la basílica y fue bendecida en el altar de San José. Esta ceremonia se llevó a cabo en la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre). Debido a una tormenta, el izamiento y colocación en la cúspide se completó recién el 15 de octubre de 1913.

ANTECEDENTES

La capillita original del Sagrado Corazón, o de los “Unidos Corazones” como se la llamó en los primeros años, fue finalmente reemplazada en 1914 por el actual templo. Sobre esta magnífica iglesia se pronunció en 1967 el Papa Paulo VI: “El templo dedicado al Sagrado Corazón de Jesús es tenido por verdadero decoro de la muy preclara ciudad de La Plata, no tan sólo por ser valorado por su magnificencia, sino también porque su edad pertenece a los inicios de dicha ciudad”.

Siguió diciendo el Pontífice: “Pues, en el siglo pasado, los alumnos de Don Bosco usaron para celebrar los oficios divinos una capillita de madera que era llamado de los ‘Sagrados Corazones’, y pocos años después colocaron la piedra auspicial de un templo mayor que se había de erigir, habiendo preferido dar antes su concurso y apoyo a las cosas religiosas que a las civiles”. Como se sabe, Paulo VI en enero de 1967 declaró a la iglesia como Basílica menor.

Esta declaración supone asignarle al templo parroquial todas las debidas prerrogativas y privilegios litúrgicos que competen según los ritos a todos los templos sagrados dotados de tal calificación.

El frente de la basílica del Sagrado Corazón en los años treinta