Escruche y vandalismo: buscaron hasta debajo del parqué

Las reuniones familiares por Navidad o por Año Nuevo, las fiestas de egresados de los colegios, las juntadas para despedir el año, las compras, las escapadas de fin de semana a distintos destinos turísticos para disfrutar de los primeros días de calor antes de las fiestas y del aluvión de turistas o, simplemente, un viaje fugaz a la Costa para hacer alguna reserva de último momento de cara a la primera y segunda quincena de la temporada veraniega.

Desde hace años diciembre viene siendo uno de los meses que está más cargado de compromisos y prácticamente no hay familia en la Ciudad que se resista a cumplir con alguno de ellos.

Principalmente porque son momentos para compartir con los seres queridos, que muy probablemente terminarán siendo atesorados como imborrables recuerdos. Sobre todo por los más chicos.

La contracara de esta realidad es que mientras muchos disfrutan de estos bellos momentos otros están haciendo “inteligencia” para detectar qué casas se encuentran solas y así poder adueñarse de los bienes sin ningún tipo de resistencia.

Es por ello que este momento del año supone un marcado incremento de la actividad delictiva, sobre todo la que es llevada a cabo por los delincuentes especializados en cometer asaltos aplicando la modalidad conocida en la jerga urbana como escruche.

Una situación de este tipo le ocurrió en las últimas horas a un vecino de la zona de Plaza Máximo Paz.

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El hombre debió dejar a un lado su escapada de fin de semana a la Costa cuando se enteró de que su casa había sido desvalijada casi por completo.

El hombre, cuya residencia se encuentra en la zona de 62, entre 12 y 13, había emprendido el pasado viernes por la tarde un viaje hacia la ciudad de Mar del Tuyú.

Pero ni bien puso un pie en la Ciudad debió pegar la vuelta para asumir la dura realidad que le esperaba en La Plata.

De este modo, este vecino pasó a engrosar la ya de por sí abultada lista de víctimas de hechos delictivos de este tipo en la Región.

Fue un vecino del hombre quien se encargó de dar la amarga noticia a través de un llamado telefónico.

Como se indicó, alrededor de las 9 de la noche, cuando se encontraba disfrutando de una cena en Mar del Tuyú recibió un inesperado llamado.

Al principio dejó pasar la comunicación para no romper el clima del ritual gastronómico. Su idea era devolver el llamado apenas abandonara el lugar.

Pero la insistencia de su vecino no le dejó opción y terminó atendiendo. “Te forzaron el portón. Si querés entro y me fijo que esté todo bien”, fue el aporte de su colindante.

De forma inmediata el hombre se dirigió a su domicilio. En cuestión de minutos se volvió a comunicar aunque esta vez era para confirmarle que estaba todo revuelto y, según parecía, lo habían asaltado.

En casi 3 horas y media el damnificado recorrió los poco más de 300 kilómetros que separan a Mar del Tuyú y a La Plata.

Cuando arribó a su casa como pudo avanzó entre los objetos desperdigados por habitaciones y pasillos.

Con ayuda de sus hijos y de su ex pareja, el hombre pudo armar una lista de objetos robados en la que enumeró una tv Noblex de 32”, una cava marca Vondom, con la capacidad de 10 botellas aproximadamente, un reloj marca Tommy Hilfiger, dos camperas de cuero, un par de botas, un par de zapatillas Adidas, un perfume marca Paco Rabanne, una alfombra, varios adornos del Club Estudiantes de La Plata.

A estas pérdidas se suman las roturas que provocaron en el piso fundados, muy probablemente, en la idea de que debajo del parquet guardaba dinero.