Ningún motivo justifica un descenso en el nivel de la vacunación infantil

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Un nuevo alerta sobre una pronunciada baja en los programas de vacunación infantil se dio a conocer en las últimas horas, en lo que se traduce en una caída de la vacunación obligatoria en los niños que deja traslucir, según las fuentes médicas, en un alarmante descenso del nivel de inmunización, tal como se informó a este diario desde la Región Sanitaria XI.

“Hay bebés de un año que nunca recibieron alguna inmunización”, se señaló, para añadir que desde la pandemia de Covid-19 quedaron como en un segundo plano otros problemas de salud para la agenda pública, entre ellos la cobertura de la vacunación obligatoria para los bebés y los pequeños.

Funcionarios del área de Salud estimaron que “el nivel de cobertura de los menores oscila entre un 70 y un 80 por ciento” y que preocupan los casos no alcanzados por los programas de inmunización.

Agregaron que las cifras de cobertura para vacunas esenciales -como BCG, hepatitis B, hepatitis A y la triple viral (sarampión, rubéola y paperas)- son “preocupantes”, con porcentajes que, “aunque muestran cierta mejoría respecto al año anterior, aún están por debajo de los niveles ideales”.

El reporte oficial destacó una alarmante baja cobertura en la dosis contra la varicela y el primer refuerzo de la quíntuple o pentavalente, una vacuna vital que combate enfermedades como la polio y la difteria. En esa línea, desde la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica alertaron sobre el riesgo de la reaparición de la poliomielitis en Argentina. También se remarcó la cobertura insuficiente para vacunas contra enfermedades como la meningitis, tanto bacteriana como viral, lo que resalta la urgencia de abordar la inmunización infantil.

Cabe señalar que a fines de 2022 distintas entidades médicas relacionadas con la salud infantil -como la UNICEF y la Sociedad Argentina de Pediatría- habían alertado sobre las bajas coberturas de vacunación en la franja infantil, en declaraciones a las que se sumó el ministerio de Salud nacional. Se habló allí de un descenso en las vacunaciones contra el sarampión, rubéola, paperas y poliomielitis.

La campaña anunciada entonces no tuvo, por lo visto, efectos en nuestra zona, en donde persiste el problema. Cabe recordar que a poco de iniciarse el pandemia en 2020 y, fundamentalmente, la cuarentena, fuentes médicas oficiales y privadas habían alertado ya sobre la abrupta disminución en la vacunación de los niños de nuestra zona, cuyos padres o personas responsables dejaron de hacerlos cumplir con el calendario de vacunación, en una situación potencialmente muy grave, que abría la posibilidad del retorno de diversas enfermedades.

Transitado ya tanto tiempo y con la pandemia en retirada, son en primer término las áreas oficiales de salud las que deben impulsar vigorosas campañas de promoción de la vacunación infantil. Ello sin dejar de valorar el aporte que pueden prestar entidades médicas privadas, que no dejaron de señalar en estos tiempos la presencia de un fenómeno que debe inquietar a toda la población. Todos los niños, sin excepción, tienen derecho a la salud y ese derecho no debe verse relegado bajo ningún motivo.

En cuanto al argumento de que la pandemia influyó en esta baja de la inmunización, las autoridades sanitarias y los padres o responsables no pueden seguir invocando ese motivo para que se deje de cumplir con programas de vacunación que son imprescindibles para la infancia.

 

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