Proyectan una mayor caída de la actividad económica por la falta de dólares

Los expertos ponen el foco en la sequía y la falta de divisas como los principales escollos para el crecimiento. Los pagos al Fondo

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El enfriamiento de la economía en los últimos meses de 2022 impactará en la actividad de este año y de hecho ya lo hizo en las proyecciones de las consultoras y centros de estudios. El arrastre estadístico o la inercia con la que arranca 2023 con los niveles de actividad de la recta final del año pasado, será más bajo que el que 2021 heredó al 2022. A eso se suma que este año la economía tendría unos U$S22.000 millones menos para repartir entre sus distintas urgencias, lo que impactará en una mayor restricción para pagar importaciones y, por lo tanto, en una caída de la actividad.

Así se desprende de un informe de la consultora Eco Go, una de las más pesimistas sobre el futuro inmediato de la economía. La firma que dirige la economista Marina Dal Poggetto proyectó que la actividad se contraerá este año entre 2,8 y 3,2 por ciento, con una inflación de tres dígitos por delante.

Para Ecolatina el crecimiento del PBI de este año estaría en torno al 1,4 por ciento. “Entendemos que de no mediar shocks (exógenos o endógenos) una recesión podría evitarse, pero no la tendencia hacia la moderación del crecimiento”, explicó un informe de esa consultora.

Para la consultora LCG, por su parte, “la economía parece haber entrado en un estancamiento, siendo noviembre el tercer mes de contracción. Habrá que observar un período más largo para afirmar una tendencia, pero la pérdida del producto empieza a ser cada vez más notoria, acumulando 1,4% respecto a agosto. Respecto al máximo alcanzado a fines de 2017, la actividad resulta un 1,3% inferior”, explicó un informe.

La sequía provocará una caída en la oferta exportable que, con un programa en marcha con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que obliga a acumular reservas, redundará en un menor saldo exportable. A eso se suma, este año, un egreso neto de divisas para pagarle al Fondo, que no se compensa con el ingreso de otros créditos de organismos multilaterales, según El Cronista.

 

“La pérdida del producto y el estancamiento empiezan a ser cada vez más notorios”

 

El Gobierno se comprometió no modificar las metas del acuerdo con el Fondo, por lo que deberá acumular unos U$S500 millones en el primer trimestre y U$S4.800 millones en el año. Pero la sequía podría complicar estos números severamente.

Según Eco Go, las exportaciones caerían este año U$S12.000 millones. Un mejor saldo exportable de energía (U$S3.000 millones) compensaría una caída en la cosecha de U$S15.000 millones. En 2022, el buen desempeño exportador (U$S90.000 millones) estuvo acompañado por un ingreso neto de divisas de U$S4.900 millones para pagarle al FMI. Son los dólares que ahora habrá que usar para pagarle al organismo vencimientos por U$S4.300 millones.

La variable de ajuste serán las importaciones. Para Eco Go, estas caerían en U$S12.500 millones. La mitad de esa contracción sería el alivio de menores compras de energía, por mejores precios y mayor producción local: demandarían U$S6.800 millones menos. El resto de las importaciones de insumos, bienes de consumo y de capital caerían U$S5.700 millones. El pago de servicios al exterior también caería fuerte: U$S4.900 millones. Este fue excepcionalmente alto en 2022: se demandaron U$S10.500 millones, o más del doble que el año previo. Una parte lo explicó el encarecimiento de los fletes. Los mecanismos para eludir el cepo cambiario también hicieron su parte.

Las importaciones sintieron un frenazo en diciembre que se habría replicado en enero, según Eco Go. El promedio mensual, neto de energía, fue de U$S5.700 millones en 2022. Pero en diciembre, cayó a U$S4.600 millones (U$S5.000 millones al sumar combustibles). Las empresas que acordaron precios y accedieron a una “ventanilla rápida” para pagar compras al exterior relatan que los fondos no fluyen como quisieran. Las autorizaciones para pagar servicios (el SIRASE) prácticamente se frenaron.

La dinámica de las importaciones también dependerá de la deuda comercial. Luego de las cancelaciones masivas de 2020 y 2021 y la regulación que obligó a refinanciar el 70% de los vencimientos. En la estimación de Eco Go, las refinanciaciones deberían alcanzar los U$S6.600 millones, número algo inferior a los U$S8.100 millones de 2022.

Para Analytica, el freno en la actividad que comenzó a notarse en el tercer trimestre llegó para quedarse, aunque estimó un avance de 1,6% en 2023, algo menor al 2% del Gobierno. El promedio del Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) que elabora el Banco Central es aún más bajo: 0,4%.

“La caída de las importaciones desde el tercer trimestre del año pasado al cuarto es de 27,2%, similar a la del cuarto trimestre del 2017 y el segundo del 2019 (-26,8%). Las devaluaciones de entonces ahora fueron reemplazadas por restricciones al comercio”, indicó Analytica.

“Reducir los requerimientos de importaciones sin afectar la actividad económica es una operación muy compleja”, añadió.

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