La UCR muestra “chapa” de su peso territorial en la disputa con el PRO

El triunfo en las PASO de La Pampa generó un gran optimismo a los referentes de la UCR que por unas horas dejaron atrás las internas partidarias y salieron a “marcarle la cancha” a sus socios del PRO al destacar la influencia del poder territorial del centenario partido que, aducen, será fundamental cuando en octubre Juntos por el Cambio compita con el peronismo por la elección presidencial.

La victoria del último domingo del diputado Martín Berhongaray sobre su par Martín Maquieyra (PRO) abre la ilusión de que el radicalismo pueda ganar este distrito en las elecciones a gobernador del próximo 14 de mayo. Pero también el resultado sirve para fortalecer a los dirigentes partidarios frente a las negociaciones con el PRO para el armado de la fórumla presidencial.

Aunque por separado, el domingo a la noche viajaron hasta Santa Rosa el senador Martín Lousteau, líder de Evolución, la línea interna partidaria a la que adscribe el ganador de las primarias en dicha provincia, y también Facundo Manes, uno de los precandidatos presidenciales del espacio. Ambos discrepan entre sí en relación a presentar una fórmula de Juntos por el Cambio con un hombre del PRO y otro de la UCR.

Esa misma noche el neurólogo grabó un video para sus redes junto a Berhongaray al que presentó como el “futuro gobernador” pampeano y luego envío un mensaje hacia el “partido amarillo” al destacar que en dichos comicios “se confirma lo que venimos manifestando desde hace meses, que el radicalismo tiene una posición de liderazgo en la coalición” opositora. En este sentido, aseguró que “candidatos cercanos y sin marketing como Martín nos impulsan a seguir trabajando de cara a la gente y sus necesidades”, en otra elíptica crítica a la maquinaria electoral del PRO que supo tener como “estrellas” a Marcos Peña y al consultor Jaime Durán Barba.

Lo cierto es que Manes mantiene también desde hace semanas una insonorizada disputa con Gerardo Morales, el otro aspirante a la presidencia por el histórico partido. Es que aún no hay acuerdo en el Comité nacional de calle Alsina sobre la forma en qué se podría dirimir esa contienda.

Alejado de estas divergencias, el gobernador jujeño se refirió al triunfo en La Pampa y destacó el valor de la unidad del partido que preside desde diciembre pasado. Remarcó que dicha victoria “demuestra que un radicalismo unido, con proyecto y convicciones, recibe el apoyo de la gente”.

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El primer test electoral de 2023 tuvo una escasa participación: votaron casi 30 mil personas. Mientras, en el centenario partido valoraron que el armado provincial no logró ser afectado por el peso mediático de las figuras del PRO: en las últimas semanas habían “bajado” a Santa Rosa Mauricio Macri, Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal para apoyar a Maquieyra.

Claro, la situación en CABA es distinta, donde el “peso electoral” del partido fundado por Macri aún no logra ser equiparado por el radicalismo. En cambio, en la Provincia el radicalismo tiene más peso histórico que el partido amarillo.

Hay ilusión, en tanto, que la UCR conserve las gobernaciones de distritos como Mendoza -el senador Alfredo Cornejo es favorito para ganarle al diputado larretista Omar de Marchi, siempre y cuando éste no “juegue” por afuera de JxC- y Jujuy y, al mismo tiempo, aspira a ganar la interna que le permita poner al candidato que compita con el peronismo por las gobernaciones de Córdoba y Chubut. También conservar Corrientes.

En Córdoba, una de la de más peso electoral, el diputado Rodrigo de Loredo, de Evolución, deberá disputar la candidatura a gobernador con el senador Luis Juez, con el macrismo de árbitro. Y en Chubut, el titular de la UCR provincial e intendente de Rawson, Damián Bliss, medirá fuerzas con el senador Ignacio “Nacho” Torres, que viene pisando fuerte en ese distrito.