La historia de la andinista que estuvo 42 años congelada

Un grupo de andinistas encontró un cadáver congelado en el Cerro Mercedario, ubicado en Calingasta, San Juan, y se intenta determinar por estas horas si se trata de los restos de una escaladora tucumana que desapareció al intentar hacer cumbre en ese pico durante una expedición que tuvo lugar más de cuatro décadas atrás.

El cadáver fue encontrado el martes adherido a un glaciar a 5.000 metros de altura, en una montaña ubicada en la Cordillera de Los Andes. Tras recibir el aviso del hallazgo efectivos policiales y a la Gendarmería Nacional se movilizaron hasta el lugar donde debieron romper el bloque de hielo para recuperarlo.

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Quién era la alpinista cuyo cuerpo apareció congelado en un glaciar

Si bien en un principio se pensó que se trataba del alpinista alemán Andreas Colli, quien se perdió en el mismo lugar en 2002, el hecho de el cuerpo tuviera un traje femenino llevó y a considerar la posibilidad de que sean los restos de María Emilia Altamirano, una escaladora tucumana que desapareció en 1981 cerca del lugar.

Tenía 20 años

Conocida como “Patty”, Altamirano tenía 20 años cuando emprendió junto a su hermana Corina y su novio, Sergio Bossini. la travesía que le costaría la vida.

El martes 24 de marzo de 1981 ella y sus compañeros de expedición armaron su campamento al pie de un glaciar a 4.300 metros de altura. Tres días después, iniciaron el ascenso a la cumbre y, cuando eran aproximadamente las 19 horas, se detuvieron para levantar la carpa para pasar la noche sobre el hielo.

Poco más tarde, “Patty” salió a hacer un reconocimiento del lugar del que no regresó. Su hermana y su novio contaron que “no hizo pie y se deslizó cientos de metros abajo”. Si bien ambos bajaron y la buscaron durante toda esa noche, las inclemencias del tiempo y la dificultad del terreno perjudicaron su búsqueda y no pudieron dar con ella.

En el marco de la investigación que realiza la Unidad Fiscal de Investigación de Delitos Especiales de San Juan, a cargo del fiscal Iván Grassi, se pudo determinar ya que el cuerpo correspondería a una mujer de entre 18 y 30 años, por lo que solicitó familiares de la andinista tucumana que se presenten a fin de reconocer en principio si los elementos y prendas recuperados del cuerpo podrían pertenecerle.