Un delincuente terminó “atado como matambre”

Un terrible episodio de inseguridad se vivió en las últimas horas en una vivienda del barrio San Carlos, donde un delincuente tomó por sorpresa a su propietario, de 76 años.

De acuerdo al reporte oficial, el hecho tuvo lugar en la avenida 44 entre 151 y 152.

Allí, la víctima, de profesión comerciante, quedó a merced de un desconocido, muy violento.

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Al parecer, en base a la propia declaración del damnificado, el ataque comenzó con un descuido. Muy posiblemente, porque haya dejado una puerta o reja abierta.

Tampoco se descarta una aparición repentina cuando el vecino ingresaba en el domicilio.

Lo concreto que, una vez que el ladrón dominó la escena, comenzó con las amenazas para la entrega de dinero y otros efectos de valor.

Los que se dieron cuenta de lo que estaba pasando en el lugar fueron algunos frentistas, quienes de inmediato se contactaron con la Policía.

Minutos después, a través de un gran despliegue de móviles y uniformados, comenzó una tensa negociación para que el asaltante depusiera su actitud.

Claro que no se trató de una situación para nada sencilla, ya que, como último recurso, el delincuente, de 28 años, tomó al hombre por la espalda y le puso un cuchillo de carnicero en la garganta.

Fuentes del caso mencionaron que, a los gritos, el intruso solicitó que se alejaran todos y lo dejaran huir.

Sin embargo, agotada la instancia de persuasión verbal, en un descuido del asaltante, pudieron abordarlo, lo desarmaron y lo inmovilizaron con sogas.

“Estaba fuera de sí, como poseído”, indicaron los voceros consultados por este diario.

El fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta es quien tomó intervención en el caso.

Se supo que el acusado vive en las inmediaciones de la finca en la que intentó cometer el robo.

La imputación, en principio, es por los delitos de “robo y amenazas”, aunque habrá que ver cuál es el criterio judicial. Si coincide con la calificación policial o adopta otro temperamento.

Así, casi en el aire, porque el ladrón se seguía retorciendo con intención de liberarse, algo que no pudo concretar, los agentes lo cargaron en un patrullero y lo llevaron a la sede de la subcomisaría La Unión.

Las fuentes aclararon que, más allá del susto, el comerciante no sufrió heridas.

Entre los objetos que el asaltante tenía preparados para sacar del inmueble, había una desmalezadora y una sierra circular.

En el barrio, todo se vivió con gran tensión, hasta que se enteraron que el ladrón había sido reducido y la víctima, liberada.