Preocupa un nuevo caso de adolescentes armados

Luego de la captura de los “hermanos Macana”, ahora atraparon a tres chicos de 14, 15 y 16 años con un arma calibre 32

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El drama de los menores de edad que transitan las calles buscando la oportunidad para delinquir es una problemática que se está agudizando cada vez más en la Región.

Son incontables los casos de chicos de 16 y 17 años implicados en escruches, entraderas e incluso asesinatos que, tras ser detenidos, terminan siendo liberados de forma casi instantánea a raíz de las previsiones que tiene el sistema judicial para personas que pertenecen a esta franja etaria.

Para muchos especialistas, esta situación es un aliciente para que muchos chicos terminen tomando la opción de convertirse en delincuentes en lugar de estudiar o dedicar su tiempo al deporte.

Pese a la claridad que se tiene sobre este flagelo social, lejos de hallar soluciones, la problemática parece estar tornándose más compleja con un marcado descenso en la edad de iniciación de los adolescentes en el mundillo del hampa. Un claro indicador de esta realidad es la portación de armas.

Consultado por este diario, un efectivo policial que se desempeña como policía de calle reconoció que “cada vez es más frecuente agarrar a pibes con cuchillos o armas de fuego en su poder”.

Prueba de ello es la detención ocurrida hace unas jornadas de “los hermanos Macana” y lo que sucedió en las últimas horas en 131 entre 64 y 65. Tres menores, de 14, 15 y 16 años, fueron detenidos y puestos a disposición de la Justicia luego de ser sorprendidos cuando “descartaban” un arma de fuego en un cantero de la rambla de la Circunvalación.

Fuentes policiales informaron que la situación fue descubierta cuando efectivos de la comisaría Quinta y de la Policía Motorizada estaban realizando recorridas preventivas en el marco de un operativo “Prevención de ilícitos, modalidad entradera”.

Fue en ese marco que notaron que los imputados caminaban de manera sospechosa. Ante esta actitud, los efectivos fijaron su atención en ellos y alcanzaron a ver cuando uno de ellos arrojaba un bulto a un cúmulo de plantas y hierbas.

Inmediatamente la policía se dirigió al lugar y comprobó que el elemento del que se desprendieron era un arma de fuego marca Doberman calibre 32 dentro de un cantero.

En ese marco, a los pocos metros se procedió a la detención de los sospechosos que ya habían realizado una serie de maniobras evasivas y aligerado el tranco con la intención de que los policías les perdieran el rastro.

Los 3 menores fueron derivados a la seccional por “portación ilegal de arma”, y se encuentran a disposición del Juzgado de Garantías del Joven.

 

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