Ecuador acusa a la embajada argentina de dejar huir a la exministra

El gobierno de ese país dijo que Fuks despejó la zona de policías para facilitar el escape de Duarte. Cerruti lo negó

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El ministro de Relaciones Exteriores de Ecuador, Juan Carlos Holguín, acusó ayer al embajador argentino en ese país, Gabriel Fuks, de haber “despejado” la zona de policías para ayudar a escapar a la exministra ecuatoriana Duarte, sentenciada por corrupción. “En el peor de los casos hubo complicidad”, dijo Holguin, mientras se incrementa la tensión de esa nación con nuestro país.

En tanto, la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti, negó que el gobierno argentino haya intervenido en ese sentido. “El Gobierno argentino, la Cancillería argentina, no tiene que ver con las cuestiones de seguridad en Ecuador. Con lo cual, cómo haya sucedido es algo que nos excede”, dijo Cerruti, en su rueda de prensa semanal.

El ministro de Relaciones Exteriores ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, acusó a la embajada argentina y dijo que “en el peor de los casos hubo complicidad”, al tiempo que calificó como “incongruente” y “arrogante” el relato de Fuks, que ha asegurado no saber nada al respecto.

Justo antes de la expulsión de Fuks, el presidente Alberto Fernández habló por teléfono con Holguín para intentar atenuar la situación sin éxito.

Duarte, que formó parte de la administración del expresidente Rafael Correa hasta 2017, abandonó la residencia de la embajada de Argentina en Quito en la que se había refugiado durante más de dos años y medio para no ir a prisión por una condena en 2020 a ocho años de cárcel por cohecho como parte del caso “Sobornos 2012-2016”.

Lo hizo después de que el Gobierno de Argentina, presidido por el peronista Alberto Fernández, le concediese el asilo que había solicitado, pero el de Ecuador, que preside el conservador Guillermo Lasso, se opuso a entregarle un salvoconducto para que viajase a Buenos Aires sin ser detenida.

Argentina también elevó el caso Duarte -que ocupó la cartera de Obras Públicas entre el 19 de febrero de 2015 y el 6 de enero de 2017- a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

Aunque la salida de Duarte se hizo pública el lunes, se desconoce aún el momento exacto en que abandonó la residencia de la embajada argentina, así como la forma en que se desplazó a Venezuela, donde el martes llegó a la sede diplomática de Argentina en Caracas, cuyo gobierno no se ha pronunciado sobre el asunto.

Una de las hipótesis que maneja la policía de Ecuador es que la exministra salió de la residencia en un vehículo diplomático, en tanto el Gobierno ecuatoriano no descarta que pudo haber existido “negligencia” y “complicidad” de la embajada argentina.

“Las cuestiones de seguridad de Ecuador las maneja Ecuador y no Argentina. Ese es un tema que tendrá que responder quienes estaban a cargo de la seguridad”, respondió Cerruti. Las relaciones entre Ecuador y Argentina se tensaron al punto de anunciar la expulsión de sus respectivos embajadores por la fuga a Venezuela de Duarte, pero no han llegado al extremo de la ruptura de relaciones diplomáticas.

 

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